Considera que el paraje que cantó Machado está en peligro por la posibilidad de la urbanización del Cerro de los Moros. Hispania Nostra recomienda incluir la margen derecha en las protecciones de la hoz del Duero. ¿Está el paraje del Cerro de los Moros en peligro?
La pelea por impedir la urbanización del Cerro de los Moros sigue aumentando su exposición nacional. A los artículos en El País o la postura de la Real Academia de las Artes se suma ahora la Lista Roja del Patrimonio de la asociación Hispania Nostra. Esta lista recoge el patrimonio español en riesgo de desaparición, destrucción o alteración de valores.
Entre los más de 1.000 puntos de la geografía española la mayoría son castillos, murallas y otras edificaciones históricas. Soria tiene 43, entre ellas 5 en la capital y desde ayer lunes se incorpora el Cerro de los Moros y la margen derecha del río duro. Señalan que el nivel de la hoz machadiana del Duero es muy dispar, por lo que piden incluir la margen derecha en la protección.
El cerro está situado al Sur del cerro del Castillo y de las murallas medievales de Soria, que constituía uno de los grandes recintos murados españoles (objeto actual de planes de conservación subsidiados por el Ayuntamiento). Una de las puertas de dicha muralla (la de Valobos, no conservada) daba acceso precisamente al cerro de los Moros.
Todo el entorno del Duero, San Polo y San Saturio, ya fue objeto de una agria polémica, cuando a finales de los años 70 del pasado siglo el Ministerio de Obras Públicas quiso construir la variante Sur de Soria, cuyo hito principal sería un puente que sobrevolaría el Duero enfrente de San Saturio, con su estribo Oeste precisamente en el Cerro de los Moros. La oposición cívica, sustentada no solamente en destacados intelectuales, ingenieros y políticos, sino en el apoyo expreso de las Reales Academias y de Hispania Nostra, dieron al traste con el proyecto, resuelto a favor de la Variante Norte, que es la que finalmente se ejecutaría, tratándose de una historia ejemplar de cómo la categoría “cultural” de un paisaje resultó un poderoso argumento frente a un proyecto que hubiese arruinado dicha categoría. Mas recientemente, el Ayuntamiento de Soria aprobó en 2006 incluir como urbanizable un amplio sector del cerro de los Moros, e incluyó dicha consideración en el PGOU. Actualmente se ha aprobado una modificación puntual del PGOU previa a la redacción del Plan Parcial relativo a su urbanización, incluyendo 1300 viviendas, equipamientos y viales de alta capacidad, uno de los cuales llegaría hasta la misma margen derecha del Duero atravesando parte del cerro del Castillo. El Ayuntamiento esta actualmente negociando diversas actuaciones con los propietarios de la mayoría de los terrenos -que tratan de hacer valer sus derechos-, para minimizar el impacto, después de haber recibido múltiples recomendaciones y manifiestos de la sociedad civil, incluyendo a la Academia de Bellas Artes de San Fernando, que también se ha posicionado en contra
Descripción:
El Cerro de los Moros, junto con los cerros del Mirón y del Castillo de Soria, conforman la margen derecha de la hoz del Duero en Soria, paisaje cantado por Antonio Machado y Gerardo Diego (entre otros), y animado en las Leyendas de Bécquer. Es el cerro que se alza en el lado opuesto de la ermita de San Saturio de Soria, situada en la margen opuesta y bien visible desde esta. El conjunto “Margen Izquierda del Duero de Soria” (que incluye la Iglesia de San Juan de Duero, el antiguo Monasterio de San Polo y el propio San Saturio, y las laderas del Monte de las Ánimas y Sierra de Santa Ana) es un Bien de Interés Cultural. Esa margen incluye el paseo que une los tres elementos arquitectónicos, pero, más allá de dichos elementos físicos, configura un paisaje literario de primer orden, y probablemente único en España, al haber inspirado la mejor literatura romántica y la mejor poesía de las generaciones del 98 y del 27. Aunque la margen derecha en su conjunto no tenga el mismo nivel de protección (si lo tiene, por supuesto, el castillo y murallas de Soria, que bajan hasta casi la misma margen del río), consideramos que el río, que es la arteria que vertebra el paisaje es inseparable de sus márgenes -de ambas-, y que estas merecen protección paisajística. El entorno presenta todavía una apreciable virginidad, relativamente inalterada.