Artículo de opinión de José Ángel Tierno, concejal de Ciudadanos del Ayuntamiento de Ólvega.
Y digo ultra porque creo que va más allá del ecologismo. El día 9 de noviembre se publicó un artículo con el título ‘El expolio del agua en el Moncayo castellano’. Sus autores se declaran activistas de Ecologistas en Acción. Uno jubilado y representante municipal de Podemos en Huesca; otro, ingeniero agrónomo que trabaja en una empresa de estudios medioambientales.
No entro a valorar la capacidad y conocimientos sobre su exposición, sino el único punto de vista desde el que juzgan y acusan al desarrollo municipal e industrial de Ólvega, mi pueblo. Hay quien mira las cosas con lupa, y se centra en los pequeños detalles. Otros, con perspectiva global, valoramos el conjunto de las cosas. Concepto limitado o idea amplia.
Aquejan sobre el polígono industrial de Ólvega, de la gestión municipal del agua tanto en abastecimiento como en vertidos, o de la calidad de la misma. Sin embargo, pasan por alto los 2,5 millones de euros destinados a mejora la edar ubicada en Ágreda, o el proyecto de captación de un antiguo pozo.
Menosprecian ese desarrollo industrial que genera empleo y riqueza. Pueblos que “…sueñan cada noche con poder dejar a las siguientes generaciones un legado de sostenibilidad”, dicen.
Aseguro que los equipos de gobierno de Ólvega tratan de conseguir que la población tenga acceso a unos equipamientos públicos más que básicos, apostando por una sociedad que se implica y atiende su presente sin comprometer las oportunidades del futuro. Esa cohesión global y local entre sociedad, economía y medio ambiente es la premisa de este Ayuntamiento, como el de cualquier otro.
“Aquello que para la oruga es el fin del mundo, el resto le llamamos mariposa”, Lao Tse.