Tras 8 meses de investigación, emprendedores de la gastronomía soriana lanzan la croqueta de Torrezno de Soria. “Un unicornio” culinario que toma la forma de una “croqueta muy técnica” por dentro jugosa y por fuera crujiente que resulta ligera al paladar. Pensada para la hostelería, podrá llegar congelada a todos los rincones de España.
Tres jóvenes emprendedores sorianos del mundo de la gastronomía han unido sus fuerzas para lanzar al mercado un producto único. Algo que necesitarás probar, aunque un minuto antes no supieras que existía. Se trata de la croqueta de Torrezno de Soria, un proyecto que viene avalado por la Marca de Garantía y por la Cámara de Comercio.
Ellos son, Emilio García y Miguel Monje de Croqueteando en Almenar y Marcos García, de Markocinando. Es precisamente él quien ha llevado el peso de investigación para crear una “croqueta gourmet” que une el producto estrella de la gastronomía soriano con uno de los formatos más celebres de la cocina española.
El producto está enfocado a los establecimientos de hostelería y tendrá dos producciones diferenciadas. Marcos lo hará manualmente y con todos los productos locales (leche, mantequilla, harina y panceta con marga de garantía) para los bares y restaurantes sorianos y la empresa de Almenar las fabricará a gran escala (también apostando en la medida de lo posible por las materias primas sorianas) para venderlas a toda España.
En ambos casos, el producto llegará a la hostelería congelado, pues se trata de una combinación delicada que no llega a aguantar un día en condiciones óptimas pues, al coger humedad, la panceta ya no cruje. En cualquier caso, la idea es que la elaboración en destino sea sencilla, con una descongelación en refrigeración o microondas y su fritura. Una vez en la barra, se le puede dar un calentón en el microondas al momento de ser servida para que llegue en condiciones óptimas al consumidor final.
Aunque puntualmente se han podido comer croquetas de torrezno en Soria, Marcos, Emilio y Miguel señalan que la importancia radica en poderlo hacer mediante un proceso tasado y repetible. “No existía porque hacerla es un ‘jardín’ bastante interesante”, señala García.
El proceso de creación ha llevado 8 meses y ha sido complicado al tratarse de un producto muy técnico. “Hemos realizado muchas pruebas para evitar que al subir la corteza esta se rompa”, señalan. Y es que la clave está en haber logrado una croqueta que por dentro es jugosa y por fuera crujiente. Una croqueta “exclusiva” para la que se ha confitado y desgrasado la panceta para lograr que la masa no sea muy grasa.
Así se logra evitar que sea un bocado pesado, una de las claves junto a mantener “la esencia del sabor del Torrezno y su característico crujido”. “Por dentro, la bechamel es suave, con sabor a panceta y, por fuera, tiene un crujiente equilibrado de pan rallado y corteza”, seña Marcos quien explica que se trata de “una croqueta bastante técnica”. “Es un unicornio, nadie la tiene”, señala orgulloso Emilio que espera que toda Soria también “se sienta orgullosa de este producto”.