Una de las vaquillas de la ganadería ablitense de Arriazu provoca daños en un barrote del cerramiento, en las inmediaciones de la antigua factoría de Moncayo.
Algo más que un susto se dieron los aficionados olvegueños durante el encierro matinal de ayer lunes cuando una de las reses, propiedad de la ganadería de Hermanos Arriazu, embistió contra una de las vallas metálicas que perimetran el recorrido doblando considerablemente uno de los puntales verticales.
Los espectadores que contemplaban el encierro junto a la valla sintieron que por instante la vaquilla podría salir del recorrido y escapar, con lo que la bravura del animal podría haber producido males mayores de haberse internado por el casco urbano. Sucedió en el tramo de la antigua fábrica de Embutidos Moncayo sin que, final y afortunadamente, todo quedase en un buen susto y que a buen seguro quedará en anécdota y en los comentarios del desarrollo de estas fiestas que transcurren con normalidad, con buena climatología y con gran afluencia de público en las calles.