Las tormentas de estos días auguran una temporada fructífera. A partir de la primera quincena de septiembre, incluso antes, podrían ser recogidos los primeros ejemplares.
Lluvias cuantiosas y tormentas, con temperaturas estivales en la recta final de agosto llevan a iniciar el septiembre de este 2024 con grandes expectativas para la recolección setera en Soria. Aunque el otoño pudiera llegar de manera espontánea, haciendo bajar los termómetros de manera notable, el calor en el suelo y la humedad existente en la geografía soriana llevan a pensar que diversas variedades de hongos y setas aflorarán en breve.
Una de las menos abundantes, aunque quizá de las más apreciadas, la amanita cesárea, conocida también como oronja, es la más temprada para el inicio del tiempo micológico. Su fructificación se haría patente en unos diez días, ya que prefiere el tiempo cálido, huyendo del frío. Crece en zonas con sol, en terrenos forestales no muy sombreados, preferiblemente entre robles y encinas.
Casi lo mismo puede decirse acerca de los apreciados boletus, 'hongos', con sus variedades edulis, phinofillus y aereus, siempre bienvenidos en los fogones y aún más, en el plato. Buscan zonas boscosas, donde se acumula la humedad y alcanzan tamaños para los que el volumen de las cestas, de encontrar un lugar muy productivo, resulta pequeño.
Para el níscalo, el de mayor extensión por la masa de pinares que alberga la provincia, habrá que esperar unos días más. Las posibilidades de aflorar se acentuarán sobre todo a partir de la tercera semana de este noveno mes. Es algo más desafiante al frío que la oronja y los boletus aunque tampoco se hace preciso esperar para cortarlos frescos sin necesidad de que los gusanos comiencen a disfrutar de su carne.
Y para quienes prefieran probar, los rebozuelos, los Cantharellus cibarius, no se esconden y ya han comenzado a ser recogidos los primeros ejemplares por los seteros más ávidos en lo que es esta pasión campestre.
La seta de cardo, Pleurotus eryngii, muy buscada, necesitará un período quizá, más distante, apareciendo en zonas despejadas, de pasto, con tierra caliza y por donde pasa el ganado ovino. Aún así, no se descartan sorpresas en las parameras.
Decir, por último, que es preciso consultar el modo de obtención de los permisos de recolección y respetar el monte así como el modo de recogida. De esta manera se garantiza la continuidad del aprovechamiento micológico en los montes sorianos.