La Isla brilla con la oferta gastronómica más completa de la capital: raciones y almuerzos en el bar, un menú del día diferente y una carta innovadora y deliciosa.
Cuando uno se sienta para disfrutar de un delicioso atún rojo a la plancha con salsa de naranja en las increíblemente cómodas sillas del coqueto comedor del restaurante La Isla, descubre el verdadero valor de los detalles. También cuando a las crujientes tiras de pollo del almuerzo las acompaña un refresco servido en una tan práctica como sorprendente ‘lata de cristal’. Visitar La Isla es una experiencia para los sentidos donde se goza no solo de la comida.
La moderna decoración, donde prima la madera y el verde, recuerda los orígenes de este establecimiento icónico de la hostelería soriana. Tradición y modernidad, pragmatismo y principios, se dan la mano no solo en lo visual, sino también en los platos y en el trato del personal. La apuesta por reducir el uso del papel y el salto a la carta digital, el inminente reparto a domicilio o la posibilidad de disfrutar del menú y la carta acompañado de tu mascota son solo algunas de las señas de identidad que distinguen un local con personalidad propia.
La personalidad de La Isla es en parte la personalidad de Sabrina Vega. Apasionada, elegante, detallista. A Sabrina, que ha estado al mando del establecimiento desde su reapertura en 2016, le avalan su formación y su experiencia, pero le distingue su talento para la cocina, logrando aportar su sello particular a cada plato, a cada tapa. “Una cocina tradicional con un toque diferente”, explica ella. Pon un ejemplo, le pedimos. “La semana pasada en el menú teníamos guiso de ternera, pero lo hicimos distinto, con calabaza y setas”. ¿El resultado? Gustó tanto que esta semana repite en el menú.
Ese trabajo para que el menú sea único tiene como fruto una alternativa muy compensada. “Salir a comer fuera de casa no tiene porque significar una comida copiosa, pesadísima, con muchas grasas…”, reivindica. Su menú, con 5 entrantes, 5 segundos y 3 postres a elegir incluye opciones para todos los gustos. Un cuscús con verduras y un carbacho al vapor de tomillo y limón pueden ser una gran idea, pero también hay espacio en el menú del día para los platos de cuchara o los guisos.
Si el menú (tanto el del día como el especial, que acompaña al plato principal con entrantes como gyozas o una sugerente zamburiña gratinada con migas y cebolla dulce) es el epicentro de La Isla, la barra y la carta completan su oferta gastronómica con una alternativa para todos los bolsillos y paladares.
La carta está en constante evolución, adaptándose a los productos de temporada, y va del moderno tataki de atún al tradicional bacalao a la plancha. Carnes y pescados, muchos de ellos listos para compartir, y una gran variedad de entrantes en la que destaca su famoso risotto de setas y verduras.
En la barra hay bravas, chipirones, pulpos y hamburguesas; pero también hay espacio para la innovación como el sándwich de pastrami, queso y pepinillos o el rollito de ensaladilla, con papel de arroz y sardina ahumada.
Y así, poco a poco, “nos hemos ido orientando a lo que realmente somos” explica Sabrina. 6 años de evolución que han convertido a la gastronomía en su seña de identidad. Un pequeño restaurante, un espacio coqueto y cómodo, opciones de todos los tipos en pleno centro de Soria y unos platos diferentes y exquisitos. Una Isla donde disfrutar con los cinco sentidos.
1. La Isla aprovecha sus dos espacios diferenciados y separados para admitir mascotas en su zona de bar (donde se puede pedir el menú del día). Es uno de los pocos establecimientos de la capital que admite animales de compañía.
2. Entre los detalles que se cuidan al máximo en La Isla están las alergias. Su menú y su carta, y también las raciones y pinchos del bar, describen al detalle sus ingredientes y los posibles alérgenos que contiene cada uno. Útil, cómodo y seguro.
3. La Isla ya no ofrece carta física a sus clientes. Su apuesta por la carta digital les permite mayor agilidad para hacer cambios y cuidar el medio ambiente. Además, pone a disposición de los comensales tablets para consultarla.
4. De cara a este próximo invierno, La Isla volverá a retomar su servicio a domicilio.
Lo hará con una carta exclusiva para comer en casa y con horarios limitados que permitan garantizar la calidad del servicio. Permanezcan atentos.
En La Isla existen dos espacios diferenciados; el bar y el restaurante. “Los tratamos de manera distinta”, explica Sabrina, puesto que cada uno tiene su propia carta. La zona del bar, incluye mesas altas y bajas y una larga barra donde brillan los almuerzos. Almuerzos pensados especialmente para los funcionarios y oficinistas del centro, “aunque si hay que hacer unos huevos con picadillo para un albañil también se hace”, bromea Sabrina. A las clásicas tortillas y bocatines que acompañan zumos y cafés, se unen otros almuerzos con el sello La Isla como el sándwich de pastrami, los rollitos de ensaladilla con sardina ahumada y las tiras de pollo. A los pinchos (¿qué tal un hakao de langostino?), las raciones y las tostas se suman sándwiches, bocadillos y hamburguesas ideales para una comida rápida o una cena. Aquí también se nota el sello La Isla, de la clásica hamburguesa sanjuanera a la de ternera con foie de pato.
La carta no es excesivamente larga para garantizar el mejor servicio y calidad, pero se actualiza constantemente con productos de temporada y nuevas creaciones. El coqueto salón comedor es el lugar ideal para disfrutarla. La variedad es abrumadora y solo los nombres ya abren el apetito; los amantes de la ensalada pueden elegir entre la de pollo con tomate rosa y melocotón o la de muslitos de codorniz en escabeche. Las vieiras confitadas con arroz negro cremoso de mejillones o la carrillada de cerdo estofada al Oporto serán la mejor antesala para una degustación de postres donde brilla con luz propia el sorbete de mandarina al cava.
Ronda Eloy Sanz Villa, 2, 42003 Sori
975 24 67 28
Colaboración