En esta 31ª edición de los galardones, el presidente de la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas remarca el esfuerzo de los emprendedores y lamenta la escasez de planteamientos para garantizar el suministro eléctrico para el establecimiento de nuevas iniciativas en la provincia.
Esta tarde de jueves ha tenido lugar en el Aula Magna Tirso de Molina la gala de los Premios FOES con los que el empresariado soriano viene reconociendo la labor de los suyos, tanto dentro como fuera de la provincia, hace 31 años.
En esta edición los reconocimientos han sido otorgados a José Miguel Gimeno Espada (Empresario Soriano y CEOE Castilla y León), Virrey Palafox de El Burgo de Osma (Empresa Soriana 2024), Conservas Celorrio (Empresa Soriana en el Exterior), Sergio y Daniel Mateo Angulo (Joven Empresario Soriano 2024) y a J.J. Calabaza (Mención Especial).
En esta ocasión, el presidente de la entidad organizadora, Santiago Aparicio, ha reivindicado el homenaje hacia el esfuerzo de todos los galardonados porque "somos los que creamos empleo" al ser que de cada 90 contratos nuevos laborales 88 vienen dados por la iniciativa privada. En su encuentro con los periodistas previo a la gala, ha subrayado que en muchas ocasiones los emprendedores están "en el centro de la diana" en vez de ser reconocida esa labor de creación de empleo. "Tenemos que reivindicar que somos diálogo social junto con los sindicatos y negociamos temas que nos atañen a todos. Tenemos nuestro papel como así lo reconoce la Constitución", ha observado, a la vez que ha hablado de la "capacidad" y la "austeridad" de los empresarios sorianos.
Ha aludido a los "méritos tremendos que supone ser empresario en Soria", recalcando que sigue dándose la carencia de infraestructuras en las comunicaciones, tanto viales como ferroviarias y telemáticas, a las que se suma las del tipo eléctrico "para dar cabida a la demanda de quien quiere instalarse en Soria". Ha lamentado aquí que en el Gobierno no hay previsiones de aumentar las líneas de suministro lo que supone "arrinconar" a la provincia en lo que son las "autopistas energéticas".
En su exigencia no ha querido dejar pasar el Centro Nacional de Datos de la Seguridad Social que está siendo construido en la capital, si bien "quieren instalarse muchos centros de datos de empresas aquí y está claro que no tenemos capacidad energética" para cumplir estas expectativas.
En otro orden de cosas, y a pregunta de los periodistas, Aparicio ha hablado sobre la situación del empleo en la zona del Moncayo, donde están siendo abordados, precisamente ahora, sendos expedientes de regulación de empleo que afectan no solo a la plantilla, con 270 puestos, sino también al tejido productivo de las auxiliares con otros 150. No ha ocultado su preocupación por esta problemática que en este momento está siendo negociada entre partes, si bien se ha mostrado optimista para confiar y ayudar a estas empresas para que puedan salir adelante, y ha expresado su esperanza en que las ayudas que puedan llegar desde la Junta de Castilla y León o el Gobierno de España contribuyan a "solventar la situación en la que están ahora y puedan salir adelante".
Por último, el cabeza visible de la patronal en la provincia y también de Castilla y León ha insistido en que Soria necesita a sus empresas para progresar, y estas necesitan las herramientas para poder hacerlo en igualdad de condiciones.
Ante los periodistas los distintos galardonados valoraban el homenaje hecho por parte del empresariado. El primero de ellos ha sido José Miguel Gimeno, quien ha confesado que para su empresa es un reconocimiento y más aún hacia su persona al suponer una "satisfacción muy agradable". Ha mencionado el buen estado de la construcción después de que la crisis se haya "estabilizado" en cierta medida.
Félix Celorrio destacaba por su parte sus raíces sorianas donde pasó diez años de su vida, un tiempo "maravilloso", después de que la familia fuese a establecerse a la localidad riojana de Calahorra, hace 65 años. Allí fue iniciado el negocio conservero que es a fecha de hoy uno de los referentes en el panorama nacional. Ha mencionado el intento de traer una factoría de tortillas de patata a Ólvega que no llegó a buen término. Ahora sus descendientes, que continúan con la compañía, al no haber nacido en la provincia, no tienen intención de regresar a las raíces. No ha ocultado los conflictos bélicos internacionales, con el de Etiopía, silenciados, y que han provocado 900.000 muertes y supone "una hipocresía" en la opinión pública internacional. Allí la firma estableció una factoría con 4.000 empleos.
Los hermanos Mateo Angulo, Sergio y Daniel han visto recompensada el impulso a la "ambición" por promover su empresa en la creación de empleo en la provincia, "hacer Soria" y que sus descendientes tengan futuro en esta tierra. Su compañía pertenece al sector porcino, muy acosado por ciertas porciones de la sociedad, tal y como han reconocido. Aún así, ante un panorama "muy ilusionante", se han mostrado críticos con las voces que repudian la producción agroalimentaria ya que procura el bienestar y garantiza la seguridad alimentaria en un territorio que es apto para ello. "Aquí, ¿qué podemos hacer? ¿Instalamos campos de golf? ¿Traemos Las Vegas? Aquí cultivamos el campo y construimos granjas de pollos o de cerdos". Han invitado a los detractores de su actividad a visitar "a cualquier hora" sus explotaciones para evitar la "desinformación" que soporta este tipo de negocios.
Ya en el ámbito hostelero, Beatriz Martínez, de la más que reconocida empresa burgense del Virrey Palafox, el galardón supone un "honor" que viene de la mano de los industriales sorianos, quienes "comparten con nosotros las cuitas de cómo llevar una empresa". Labor que implica "responsabilidad", sobre todo porque un buen número de familias "dependen de ti". Ha calificado igualmente el "orgullo" que lleva implícita la concesión del premio después de medio siglo con el evento gastronómico de Las Matanzas con una trayectoria que ahora se ve "arropada" después de un año de aniversario con un buen número de celebraciones que "nos ha sobrepasado" al haber notado el "cariño" de la provincia y de los empresarios.
Francisco Javier Calabaza atendía a los medios informativos haciendo acreedora a su ascendencia el éxito de su empresa. Confesaba que el galardón ha supuesto una "sorpresa". Después de décadas en el sector de equipos agrícolas, ha subrayado los cambios que la actividad ha venido experimentando sobre todo en los últimos años. "Antiguamente el agricultor trabajaba con las manos y ahora la mecanización ha ido avanzando brutalmente". Y no solo eso, también la burocracia, ya que cada día "es un mundo más complejo". No solo por la especialización de la maquinaria sino también, importante, porque en contraste con décadas atrás, donde el agricultor iba a trabajar al campo, ahora la cosa es bien distinta: debe de cumplimentar un buen número de trámites y ahora, laborar "ya no es su tarea principal".

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