Ágreda enciende su luz navideña este viernes, 125 años después de la llegada de la electricidad al pueblo

Durante estos días son numerosos los ayuntamientos sorianos que han dado entrada a la Navidad y otros muchos lo harán estos días. Es el caso de Ágreda, que ha citado este viernes al vecindario para presenciar el pulsado del interruptor que dará paso a una iluminación especial, a partir de las 19:30, de calles significativas del casco urbano y también de la plaza Mayor, donde será oficiado el acto. Los niños de la localidad protagonizarán la cita, ya habitual por estas fechas en la villa de las tres culturas. Asociaciones locales colaborarán en el reparto de chocolate caliente entre los asistentes.

Quizá muchos de ellos desconocen otro encendido que fue, mucho más especial, y a todas luces -nunca mejor dicho- de mayor trascendencia para esta localidad del Moncayo. Este 2025 se han cumplido los 125 años de la llegada de la electricidad a Ágreda. Fue concretamente el 21 de enero de 1900 cuando la bienvenida a esa 'nueva tecnología» de entonces, provocó un enardecimiento colectivo, tal y como plasmaron los periódicos de la época.

Así lo narra Bernardo Sevillano Ororbia en un minucioso y detallado capítulo de la publicación del Centro de Estudios de la Tierra de Ágreda y el Moncayo Soriano, concretamente en su número 8, datado en junio de 2017. Con el título 'La electrificación de la Tierra de Ágreda' el autor habla de las 'fábricas de luz' cuyos promotores pusieron su interés en la energía que podían producir los saltos de agua.

El Moncayo fue objeto de deseo de las incipientes compañías para este fin, y concretamente Vozmediano. En la localidad donde nace el Queiles y que regentó el Marqués de Santillana durante el siglo XV, fue instalada la central generadora que a la postre transportaría la electricidad a Ágreda con el fin de surtir, en principio, al alumbrado público.

Así fue, tal y como se hace eco Sevillano aludiendo a las crónicas periodísticas, como 'El Noticiero de Soria', con unas breves pero no menos interesantes líneas, y 'El Avisador Numantino' con mayor extensión y detalles.

De esta última crónica, escrita por el corresponsal de este medio Federico Jiménez Sierra, se desprende el «entusiasmo' vivido por la noche entre el vecindario agredeño, que ya a las cinco de la tarde se congregaba, multitudinario, para presenciar cómo era la luz eléctrica. Una hora más tarde, ya oscurecido el cielo, fue dado aviso telefónico a Vozmediano para dar paso a la corriente a la vez que se ponía en aviso a los vecinos de Ágreda, mediante cohetes lanzados en puntos altos cercanos y también desde el ayuntamiento, de tan prodigiosa llegada.

El acontecimiento fue vivido con entusiasmo y emoción, tal y como relata el cronista. "Y ¡Oh prodigio de las ciencias! la luz eléctrica apareció con una claridad como la luz del día. La charanga municipal ejecutó infinidad de piezas musicales, bailando de lo lindo la gente joven, y la vieja se quedó absorta al ver la fachada de la Casa Consistorial tan artísticamente iluminada", se leía por entonces.

El espectáculo presenciado entre aquella muchedumbre fue, quizá, mucho más importante que los encendidos navideños actuales, aunque, de algún modo, sembró una ilusión compartida 125 años después. Un camino de luz hasta estos días para un servicio ya cotidiano. Y corriente, como la electricidad misma.

El documento de Bernardo Sevillano Ororbia.