'Soria, de lo que pudo ser y no fue'

En el periódico La Voz de Soria del 25 de julio de 1924, se anunciaba el proyecto de una línea férrea que iba a pasar por Covaleda, en los años posteriores fueron muchas las noticias que surgieron alrededor de este proyecto que nunca llegó a ver la luz. Todo lo publicado al respecto en los medios de comunicación provinciales y nacionales, así como algún que otro informe relacionado con el tema, los tengo en mi poder. En cuanto pueda ordenarlos un poco los compartiré con todos vosotros, ya que es un tema muy interesante que de haber visto la luz, pudiera haber cambiado el futuro de Covaleda y de la comarca de pinares.

HACIA UNA NUEVA SORIA

"El anuncio de la subasta para la construcción del ferrocarril Ontaneda ? Burgos ? Soria ? Calatayud y los buenos auspicios con que se ha recibido la halagüeña noticia, ha vuelo a remozar nuestra vieja esperanza en el resurgimiento de la provincia de Soria.

El optimismo, vuelve a despertar, pese a los duros golpes recibidos y la ilusión de un provenir próspero y brillante, cruza ante nuestros ojos nuevamente, haciéndonos pensar en una pronta realización de los proyectos tan cariñosamente acariciados. No ya un ferrocarril, sino tres líneas férreas es lo que ahora se ventila. Diríase que nuestro porvenir hallábase cercado por una red tupida a la que solo hiciera falta soltar el nudo cardinal para que aquella trama que nos cerraba el paso se deshiciera por completo. Al conjuro de la solución del problema ferroviario Ontaneda-Calatayud, quiere acudir la solución del Soria-Castejón, y como si el mismo taumaturgo hubiera puesto mano en ello, el azar nos depara una nueva salida con la que no contábamos: la del ferrocarril Haro-Abejar.

Basta lanzar una ojeada al mapa de nuestra provincia y compararlo con el croquis que publicamos hoy en esta plana, para darse una idea de lo que puede ser en el futuro la provincia. Cuando esas líneas de puntos que significan "ferrocarriles en proyecto" se trasformen en líneas negras que vengan a significar "ferrocarriles construidos" ¡cuantos problemas no se habrán resuelto en este rinconcito de tierra castellana!. Los más importantes de comunicación interior y exterior, ya no serán incógnita y los del intercambio de productos, solo tendrán una importancia relativa. En comunicación casi directa con Santander, Burgos, Valladolid, Bilbao, San Sebastián, Madrid, Zaragoza, Valencia, Barcelona y frontera francesa, podremos considerarnos incorporados definitivamente a la vida total de la Nación. Las dos corrientes más importantes del comercio español, cruzarán nuestro suelo, y siendo Soria el enlace obligado de esas arterias formidables que van a unir dos mares y dos naciones, no es arriesgado asegurar que tanto la provincia como la capital, mejorarán notablemente en pocos años.

Esto que es mucho, y por si solo habremos de aprovechar nuestra excelente situación para apropiarnos los residuos que esas grandes corrientes comerciales despiden a su paso; también aportaremos nuestro concurso, concurriendo al mercado con productos buenísimos. Nuestra riqueza agrícola y ganadera, nuestro porvenir minero, y sobre todo, nuestra realidad maderera, saldrán al encuentro de los ferrocarriles proyectados, juntamente con nuestras nacientes industrias y con nuestras industrias en proyecto, que algún día podrán llegar a ser jalones importantes en la industria total de la Nación.

Y por si fuera poco, todavía se nos dará por añadidura la solución de otro problema intimo: el de nuestra comunicación interior, que va del brazo con el de la cohesión provincial.

Actualmente, la provincia de Soria, se escapa y se disgrega, porque son muy contados los pueblos que coinciden en la Capital. Soria, no tiene más que una virtualidad administrativa, y su realidad geográfica, económica y social se pulveriza y huye, incorporándose a las provincias colindantes. Mientras unos pueblos huyen hacia Valladolid, otros se escapan hacia tierra de Burgos, hacia Aragón y hacia Logroño mismo. La provincia de Soria, podemos actualmente reducirla a los pueblo9s que circundan la Capital en un radio de no muchos kilómetros. A esto se debe principalmente la falta de unidad espiritual, la indiferencia y el aislamiento.

¿Estaremos de veras en la senda de una ciudad y una provincia nuevas? ¡Ilusiones realizadas! Digamos nuevamente "Amen", la palabra del optimismo y de la voluntad. ¡"Amen"! que desde que nos enseñaron a tener fe, sabemos que quiere significar ¡"Así, sea"!."

Mariano Granados