Lamenta que el alcalde sólo haya reaccionado ahora, tras las amenazas de los vecinos.
El concejal Adolfo Sainz ha afirmado que parece que el alcalde Carlos Martínez, se da cuenta ahora de las necesidades del casco viejo de Soria, cuando la asociación de vecinos amenaza con movilizaciones, cuando "lleva ya casi siete años gobernando, y ahora se da cuenta de que hay que quitar un andamio que lleva seis años, o que hay que poner papeleras, o hace falta iluminación".
Carlos Martínez ha tenido "más que tiempo para hacer algo por los vecinos del casco viejo", ha remarcado Sainz, criticando al alcalde, por no preocuparse duante años de los problemas el casco viejo, salvo ahora, para evitar una reacción de los vecinos con protestas.
Adolfo Sainz también se ha referido a la posibilidiad de que Carlos Martínez repita como candidato del PSOE para el Ayuntamiento de Soria en 2015. El concejal popular ha señalado que "me sorprende que Carlos Martínez, una vez más, con ese 'aquí mando yo' y ese 'ordeno y mando' se presente como candidato socialista, sin que lo haya refrendado ningún Comité Ejecutivo de su partido, ni unas primarias", cuando falta aún tanto tiempo para las elecciones municipales. Sainz le ha pedido a Martínez Mínguez "que se ocupe más de los sorianos y menos de su carrera política".
Respecto al parking del Espolón, Adolfo Sainz ha reiterado la petición al alcalde de que retire "unos búnker que hay como salidas del parking, que no gustan a nadie"; y ha pedido a Carlos Martínez que "los cambie", y que "quite la carrera de obstáculos del Espolón" , en alusión al diseño urbanístico de la superficie del paseo, porque "nos va a dejar como herencia una ciudad destrozada y una ciudad dividida en dos".
"Carlos Martínez, por mucha mayoría absoluta que tenga, no tiene ninguna legitimidad para destrozar una ciudad como la está destrozando", ha asegurado Adolfo Sainz, quien ha lamentado que Martínez Mínguez "está trabajando más para 4 personas, que para los 40.000 sorianos", y está más preocupado "por defender los intereses de una empresa privada, por encima de los intereses de los 40.000 vecinos de Soria".