Socialistas por la cultura de la muerte

El pasado martes, el Congreso de los Diputados rechazaba con amplia mayoría la intentona socialista de retirar el Anteproyecto de Ley de la reforma del aborto. Pensaban los socialistas que el Grupo Popular se iba a desestabilizar o vender, seguramente en aras a ese refrán que tienen siempre tan presente en sus mentes de que "se cree el ladrón que todos son de su misma condición".

Al día siguiente de lo ocurrido en las Cortes Generales sitas en Madrid, en las Cortes de Castilla y León votábamos también otra intentona socialista sobre el mismo tema y con el rechazo también del Grupo Parlamentario Popular. Tuvo que llegar el jueves, para que la iniciativa de los del aborto libre saliera adelante. Así, en el Ayuntamiento de Soria y convocado el pleno, los socialistas con sus votos a favor y en contra de los del Partido Popular, sacaban adelante su iniciativa. Una iniciativa política, que están sembrando de norte a sur y de este a oeste por toda España para que siga imperando la cultura de la muerte frente a la de la vida, con una serie de argumentos que producen estupor social. En ese argumentario de bolsillo y horneado a fuego lento en las cocinas de Ferraz y que sueltan por la boca sin que se les mueva un pelo, ni una sola vez les he oído hablar del concebido no nacido. Y es que ante todo, es eso, la existencia de una vida humana lo que quieren obviar y esconder ante el drama del aborto que no es un derecho sino un fracaso. Por ello y para ellos, todo son consignas feministas, todo son derechos para la mujer, todo son en definitiva, parches para tapar lo verdaderamente sustancial que es la ignominia de defender con naturalidad la eliminación de una vida humana amparándose en eslóganes efímeros.

Sabemos que muchas socialistas están encantadas con que las niñas aborten sin permiso paterno, es decir, que tomen una decisión que las marcará de por vida sin el apoyo de sus padres y en la más completa soledad. ¿Y ellas mismas se erigen en representantes de no sé qué derechos? ¿Y dónde estarán mientras se ejecuta un drama, donde se consuma la eliminación de una vida humana estas progresistas socialistas que ahora tanto cacarean? Pues en sus casas, pensando que qué bien lo hicimos con el aborto, procurándoles a las menores y otras quitarse de encima un problema y de modo express. Lo triste de todo es, que muchas lo pensarán, mientras juegan con sus hijos a los que seguro, no les contarán como cuento de noche al pie de la cama, las cosas que sí cuentan por los parlamentos y ayuntamientos de España.