La Guardia Civil no merece el vapuleo socialista

Continuamos día sí y día también viendo en los medios de comunicación los intentos de pasar la frontera en Ceuta y Melilla por parte de inmigrantes. Una situación crítica y que no es nueva, pero una situación, en definitiva, a la que hay que buscar una solución para evitar la entrada masiva de inmigrantes ilegales que desde España y Europa no se puede permitir. Ante un problema que se viene repitiendo desde hace años, hay algo que sí ha cambiado: la posición del Partido Socialista que de forma indecente y partidista, está utilizando este drama como arma política para atacar al Gobierno del Partido Popular y también bilateralmente al Cuerpo de la Guardia Civil, que en nada merece el vapuleo de estos socialistas que por un puñado de votos ya sabemos hacen lo que sea.

"Imposible de defender", fueron las palabras que Rubalcaba utilizó para descalificar la actuación de la Guardia Civil en la tragedia de Ceuta del pasado 6 de febrero. Unas palabras obscenas en mi opinión hacia un colectivo que trabaja por y para la seguridad de los ciudadanos y que además posee un reconocimiento social importantísimo, al ser una de las Instituciones más valoradas en España. Pero si ya es deshonesto que se ataque a este Cuerpo de Seguridad del Estado, lo que realmente provoca nauseas es que sea Rubalcaba quien lo haga, cuando él, fue ministro de Interior y por tanto máximo responsable de la Benemérita de 2005 a 2011. En mi opinión, la estrategia que siguen para debilitar al Gobierno popular con lo ocurrido en Ceuta, aunque con ello caiga el buen nombre del Instituto Armado, es clara y llanamente algo que sólo se le podría haber ocurrido a este personaje, que ya desde el tiempo de los GAL posee a su alrededor una aureola oscura y de mal Español.

Oí el otro día a una persona que presume mucho de ser de izquierdas, cómo decía de forma beligerante ? los ojos se le salían de las orbitas ? que era "una vergüenza que el Partido Popular permitiera que hubiera cuchillas en las vallas para evitar que saltasen los inmigrantes". Realmente podría haberle dicho que fue una medida disuasoria que el propio Gobierno socialista de Zapatero puso en marcha con 8,7 millones de euros de inversión, pero luego me dije, déjalo, que en la ignorancia, pues algunos parecen vivir felices y claro está, ¿quién soy yo para quitarle o privarle de su ilusión?. Al fin y al cabo ya se sabe que doctores tiene la Iglesia.