Finalmente y si nadie lo remedia en el futuro, nuestra ciudad ha sido ya condenada a pervivir partida en dos mitades. El juez que ha firmado tan letal sentencia no es otro que el alcalde socialista Martínez Minguez, al que no le ha temblado la mano para firmar tan firme y a la vez descabellada sentencia.
Una decisión, que a largo plazo va a perjudicar a la esencia que durante décadas ha ido de la mano de esta Soria nuestra, porque precisamente, el hecho de pasar por el otrora monumento a Yagüe, formaba parte de la sui géneris capitalina. Una especia de rito, diría yo, y que realmente daba alegría al centro y sus comercios aunque algunos no lo quieran reconocer.
La razón de tan absurda decisión, a nadie se le escapa que es por la construcción del mega parking que créanme, todavía no ha escrito sus mejores páginas en las crónicas negras de esta ciudad. Pero hoy no me voy a meter en ello, porque bastante sabe ya la gente del asunto, y más que sabrán, incluidos los bolsillos del soriano a futuro, si las cosas salen como algunos finos observadores comentan ya con fundados argumentos.
Aquí de lo que se trata ? y esto es tema capital ? es de que cada día que pasa se pierde la oportunidad no de hacer un túnel que permita a la ciudad no estar partida en dos, que también, sino de enmendar una decisión que como digo a futuro es errónea, perjudicial y sin sentido alguno. Pero parece ser que todo está ya consumado. Algunos murmuran que hay quienes ya no escuchan ni a los suyos y que empieza a ser tácito que se han creado nuevas alianzas simbióticas que al mismísimo Pablo Iglesias le sonrojarían. Allá ellos pues, porque cada uno elige su camino como decía el poeta; pero que al menos, no nos partan a golpe de mazo el de los demás.