Luis García fue el más destacado del Zaragoza. Akapo cometió penalti sobre Roger. Intensidad en el césped.
Numancia: Biel Ribas, Akapo, Gaffoor, Juanma, Ripa; Pedraza (Víctor Andrés 72'), David González (Luis Valcarce 82'); Natalio, Julio Álvarez, Vicente; Sergi Enrich (Pedro Martín 85').
Zaragoza: Leo Franco, Álvaro, Laguardia, Barkero, Roger (Ángelo 75'), Luis García, Montañés, Fernández, Víctor (Abraham 62'), Cidoncha, Rico.
Arbitro: Sr Figueroa Vázquez del comité andaluz. Amonestó con tarjeta amarilla a Laguardia (54'),
Goles: 1-0 (26') Vicente de vaselina ante la salida de Leo Franco. 1-1 (41') Luis García de penalti. 1-2 (45') Roger bate por bajo a Biel Ribas. 2-2 (62') Sergi Enrich a pase de Natalio.
Incidencias: Estadio Los Pajaritos, Soria. Trigésimo cuarta jornada de la Liga Adelante. 6207 espectadores en las gradas del municipal soriano.
El Numancia salió más motivado que el Zaragoza, quizás empujado por las declaraciones de Anquela en la previa, hablando de equipo y unión, y quizá, por el colorido y ambiente en las gradas del municipal soriano.
La primera ocasión fue un remate de cabeza de Marc Pedraza a pase de Julio Álvarez. El Real Zaragoza esperaba atrás y rápidamente salía a la contra. Roger estuvo constantemente en movimiento buscando la complicidad de Luis García, la cual llegaría más tarde.
Un error en la defensa maña, provocó que Vicente recibiera en velocidad en balón y salvara la salida de Leo Franco con una bonita vaselina. Uno a cero y alegría local.
Ligeras embestidas, y una buena mano de Biel Ribas a pesar de pitar fuera de juego, fueron las acciones más destacas hasta que llegó el punto de inflexión.
En el minuto cuarenta, Akapo barre completamente a Roger, quien lo buscó sí, pero un error así, no se debe cometer. La pena máxima fue transformada por Luis García.
El mazazo llegó justo sobre el pitido del descanso. Un pase perfecto entre líneas de Luis García, dejó sólo a Roger ante Biel, y le superó por bajo. El equipo de Víctor Muñoz le había dado la vuelta al partido, en media parte.
En la reanudación, el ímpetu del Numancia fue igual que al comienzo del partido. Control de balón e intentar jugar. Los maños esperando y balones largos a Roger.
Un pase de la muerte de Natalio a Sergi Enrich provocó que se igualara de nuevo el marcador. Lo cierto es que el Zaragoza no puso las ganas de los locales, quienes quisieron llevar el peso del partido.