II República, 83 años de oscuridad

Celebraban algunos en Soria hace pocos días ? digo algunos por no decir cuatro gatos ? el 83 aniversario de la II República Española. Una celebración que año tras año deja de manifiesto que todavía hay quien sale a celebrar la efeméride de uno de los periodos más convulsos y oscuros de nuestra historia. Un nuevo marco político formado de aquellas formas en 1931 y que algunos a lo largo de los años han intentado vender sin rubor alguno como un espacio idílico donde las libertades campaban a sus anchas.

Pero nada más lejos de la realidad. Y ellos lo saben perfectamente aunque traten de ocultarlo para tapar las desvergüenzas acaecidas en esa etapa. Una etapa que parte siempre desde la premisa falsa y que azuzan de forma constante los izquierdistas sobre el hecho del triunfo de las izquierdas frente a los monárquicos en la España del 31, siendo este hecho radicalmente falso, pues fue una victoria aplastante de votos monárquicos lo que realmente ocurrió tras las elecciones del 12 de abril de 1931. Pese a todo, ya sabemos cómo la maquinaria panfletera de la izquierda ha intentado siempre escribir la historia a su gusto y por ello que tiendan a borrar o ensalzar lo que más les interesa para construir sus cruzadas, no sorprende ya a nadie.

Sin embargo, cuando salen estas gentes a celebrar tan contentos esta efeméride que para ellos trajo los mejores años a España: ¿celebran también la quema de conventos e iglesias?, ¿celebran el asesinato de religiosos?, ¿celebran el boicot a las derechas tras ganar éstas las elecciones de 1933?, ¿celebran el intento de golpe de Estado en Asturias en 1934?, ¿celebran el asesinato de Calvo Sotelo a manos de la escolta del socialista Indalecio Prieto?, ¿celebran la censura que se estableció en la prensa, en el cine y en el teatro?, ¿celebran la actitud golpista del socialista Largo Caballero instando a una guerra civil?

Son preguntas que me temo se quedarán en retóricas, pero ya se sabe, con la izquierda y sus particulares cruzadas puede pasar cualquier cosa. Que sigan soñando con su III República, ya lo dijo Calderón de la Barca, a fin de cuentas, toda la vida es sueño y los sueños, sueños son.