La eliminación de las ayudas supondrá en la provincia de Soria, la pérdida de 60 empleos directos en cuatro plantas en la provincia ubicadas en Los Rábanos, Ágreda, Almazán y Langa de Duero. Estas instalaciones ya se encuentran paradas, afirma Pérez.
La procuradora socialista, Esther Pérez defiende este lunes 28 ante la Comisión de Agricultura y Ganadería de las Cortes de Castilla y León, la necesidad de apoyar el mantenimiento de las ayudas a las plantas de cogeneración a través de purines y la búsqueda de soluciones a medio y largo plazo, y no parches que solventen el problema hoy, pero no arrojen luz al futuro de estas plantas con 60 empleos vinculados de forma directa a ellas. Por ello, Pérez pedirá que no se eliminen las ayudas al margen de los grupos de trabajo para buscar soluciones inmediatas.
La socialista defiende que este régimen contempla el papel doble de las plantas de cogeneración: producción eléctrica y preservación del medio ambiente, siendo la alternativa más viable técnica, medioambiental y económicamente. En España hay un total de 29 plantas, 11 en Castilla y León, y cuatro en nuestra provincia.
Obtener una prima a la producción eléctrica permite recuperar el valor de los nutrientes del purín. Además, el desarrollo de sistemas alternativos de producción de biogás disminuye la dependencia del gas externo. Un doble reto que se ha cumplido con creces, y que ha permitido además la generación de 60 empleos directos en el medio rural soriano.
Desde el PSOE entienden que las actuaciones de la Administración deben ir encaminadas a buscar alternativas a medio y largo plazo para estas explotaciones, pero también y a encontrar soluciones a corto plazo que permitan una transición suave en tanto se ponen a punto las soluciones a medio y largo plazo., dado que el Real Decreto 661/2007, la Administración del Estado estableció las tarifas y primas para este modo de producción de energía durante los 15 primeros años.
Al amparo de estas cifras, el sector porcino apostó por el sistema de procesamiento de purines y se acometieron las inversiones industriales oportunas. Ahora, cuando aún no ha transcurrido la mitad de este periodo, en el mejor de los casos, se presenta una propuesta de Real Decreto y la Orden Ministerial, por parte del gobierno del Partido Popular, donde se regula la actividad de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables, cogeneración y residuos, reduciendo los parámetros retributivos de la energía producida por cogeneración.
Organizaciones agrarias, Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino, Asociación de empresas para el desimpacto ambiental de los purines, Cooperativas Agro-alimentarias España, entre otros, además del PSOE, ya han puesto de manifiesto el riesgo que supone para el sector la reducción de más del 40 % de los parámetros retributivos de la energía producida por cogeneración anunciados por el Gobierno.
Se considera que el mejor destino de los purines, tanto desde el punto de vista medioambiental como de la sostenibilidad del sector agroganadero, es su utilización como fertilizante orgánico, pues siguiendo las pautas establecidas para una aplicación correcta no ocasionan perjuicios dignos de mención y por el contrario fertilizan el suelo agrícola de forma eficiente y barata, aportando la mayoría de los nutrientes que necesitan las plantas.
No obstante, estas plantas de tratamiento de purines, de las que hay hasta 11 en distintas provincias de la Comunidad Autónoma, cumplen una función muy interesante en el caso de explotaciones de porcino que no tienen una base tierra, en zonas con alta concentración de granjas, o donde por razones de población o de otra índole hay restricciones especiales para el abonado orgánico de las parcelas y de generación de empleo.
A pesar de que la Consejera ha anunciado la creación de un grupo de trabajo, desde el PSOE defienden que hay que ir más allá. Por ello, desde el grupo del PSOE instan a la Junta de Castilla y León a exigir al Gobierno de España el mantenimiento de las ayudas a las plantas de cogeneración a través de purines, como se viene haciendo hasta la fecha y permitir con ello que las plantas puedan de nuevo abrir sus puertas, y no poner en riesgo tanto los empleos directos como los indirectos en el medio rural vinculados a las plantas, así como la viabilidad de las explotaciones de porcino asociadas.