En Almazán, a los problemas con la gestión de los purines se suman los derivados de la aplicación de lodos de depuración de aguas residuales urbanas.
Los Agentes Medioambientales han denunciado a las dos empresas que gestionan los lodos de depuración de las estaciones depuradoras de aguas residuales urbanas (EDAR) de Soria y Almazán por su incorrecta aplicación a tierras agrícolas. Dichas empresas tienen su sede en Cádiz y Lérida respectivamente.
En los últimos días, los vecinos de Almazán, están soportando los desagradables olores que emanan de los lodos procedentes de la depuración de las aguas residuales urbanas de la capital Soriana, ya que estos lodos se están transportando hasta Almazán para, seguidamente, aplicarlos como fertilizante en tierras agrícolas cercanas al casco urbano.
Además de los lodos procedentes de la EDAR de Soria, se están aplicando los procedentes de la propia EDAR de Almazán y los originados en la industria papelera Reno de Medici.
A los habituales purines generados en la importante industria de porcino de Almazán que normalmente se gestionan aplicándolos a las fincas y trasladándolos a las plantas de tratamiento, se suman ahora estos fangos, que desprenden un fuerte y pegadizo olor, y que debido a su textura y composición suponen un subproducto muy difícil de transportar y aplicar sin que generen malestar entre vecinos y visitantes de la villa adnamantina.
Las quejas por parte de los ciudadanos son cada vez mayores y no entienden por qué Almazán tiene que recibir los lodos de la capital, sobre todo porque ya gestionan en su término municipal los lodos generados en su EDAR, que da servicio a más de seis mil habitantes sin aparentes problemas de olores. Es ahora cuando los lodos procedentes de Soria capital están provocando cierta alarma social ya que se están aplicando en la zona noroeste de Almazán, siendo esta zona la de vientos dominantes.
La Junta de Castilla y León, a través de sus Agentes Medioambientales, están al tanto de la situación desde que se detectaron los primeros depósitos y han requerido todo tipo de permisos y autorizaciones a todas las partes implicadas, desde los propietarios de las parcelas y los gestores de los lodos, hasta los transportistas y los Ayuntamientos, para esclarecer los hechos y exigir responsabilidades, del mismo modo que se viene haciendo en el caso de la gestión de los purines.
Los Agentes Medioambientales señalan que la normativa relativa a la gestión de este tipo de residuos, y su aplicación como enmienda orgánica a tierras agrícolas, es clara al respecto y establece que además de tener un libro de registro pormenorizado de todos los lodos generados en origen en las EDAR, las empresas gestoras de residuos deben estar autorizadas por resolución de la Dirección General de Infraestructuras Ambientales de la Junta de Castilla y León, y es en esas autorizaciones en las que se indican las condiciones especificas que deben cumplirse a la hora de esparcir los fangos en las fincas, tales como distancias a casco urbano y épocas y métodos de transporte, almacenamiento y aplicación.
Además de las condiciones establecidas en esas autorizaciones, deben cumplirse todas aquellas ordenanzas municipales que establezcan condiciones relacionadas con la aplicación de fertilizantes a las fincas agrícolas y que determinen distancias mínimas, épocas de aplicación o volteo inmediato del terreno, sin perjuicio además del Código de Buenas Prácticas Agrarias.