El panfleto socialista

Llegó el otro día a mis manos un panfleto firmado por los socialistas sorianos. Un panfleto ? sin pena ni gloria, por cierto ? titulado "¿de qué se ríen?", y con el cual imagino tratan de dar lecciones de no sé qué, porque el panfletito se las trae.

Que la situación económica y social es todavía delicada y que hay personas en situaciones complicadas, a nadie se le escapa; que todavía quedan muchas cosas por hacer para que la situación se recupere a niveles de hace años, también, y que hasta que el paro no baje no debemos de ser triunfalistas con la recuperación económica, es algo que todo el que tenga dos dedos de frente conoce perfectamente.

Ahora bien, que vengan los socialistas, sí, los socialistas, a impartir doctrina en forma de panfletito barato, eso si que es la muestra más tácita de que estos señores han perdido la vergüenza y la memoria.

Y digo esto, porque los mismos que condujeron a España y a los españoles a la peor crisis vivida en nuestro país; los mismos que negaban continuamente y sin rubor alguno que el Estado caminaba hacia la quiebra; los mismos que gastaban y gastaban porque pensaban que el dinero público ? el que pensaban que no era de nadie ? nunca se acabaría; los mismos que decían que teníamos un sistema bancario fuerte y saneado; los mismos que tildaban al Partido Popular de antipatriota por ver y avisar de que se nos venía encima el colapso económico, o los mismos que decían que estábamos en la Champions League de la economía, no están legitimados para dar lecciones de nada. Es más, ¡es que cómo se atreven si quiera!

Y es que verdaderamente, lecciones ni una ni media, porque los que dejaron a España al borde de la intervención, los que congelaron las pensiones a los jubilados españoles por primera vez en la historia, los que bajaron el sueldo a los funcionarios, los que produjeron más de tres millones de parados, los que permitieron por su incapacidad que de 2008 a 2011 cerraran 172.000 empresas, los que dejaron a deber millones de euros en facturas a proveedores, los que dejaron un agujero oscurísimo en la sanidad, o los que permitieron que la mitad de los jóvenes estuviera en el paro, son los que realmente no deberían de preguntar en pasquines de qué se ríe nadie, cuando son ellos los que se siguen riendo de la inteligencia de los españoles día a día con sus soflamas.

La edición de panfletos es un arma de marketing político a la orden del día, pero al final, ellos mismos van a producir que la gente, que no es tonta, recuerde el porqué de la situación actual y quienes fueron los verdaderos responsables. Unos responsables, que ya que no aportan solución alguna, deberían al menos no estorbar a la buena dirección a la que despacio pero con esperanza y buen paso, camina nuestra España.