Durante la pasada campaña especial sobre control de tasas fueron denunciados 243 conductores en los controles de alcoholemia y 17 conductores en los controles de drogas efectuados por la Guardia Civil de Tráfico en las carreteras de Castilla y León.
En el mes de junio del pasado año 6 personas perdieron la vida en accidentes de carretera y 2 resultaron heridas graves.Está demostrada la relación entre consumo de alcohol, incluso a bajas concentraciones etílicas, y la reducción de la capacidad de conducción que se refleja en el deterioro de la atención, de las funciones visual y auditiva, perturbaciones en el campo perceptivo, cansancio, somnolencia o fatiga muscular y los accidentes de circulación. Por ello durante el período de tiempo comprendido entre los días 2 y 8 de junio la Dirección General de Tráfico llevará a cabo una campaña especial de intensificación de pruebas de alcoholemia y drogas en las carreteras de Castilla y León.
Tanto los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, como los agentes de las Policías Locales de los Ayuntamientos adscritos a la campaña aumentarán los controles sobre dicho factor de riesgo, con el objetivo de realizar unas 3.500 pruebas diarias de alcoholemia y drogas a conductores que circulen por las carreteras, con un total aproximado previsto de unas 25.000 pruebas.
A medida que la concentración de alcohol en la sangre (BAC) aumenta en el conductor, el índice de accidentes también se incrementa. El aumento de la tasa de accidentes que se deriva de un aumento de la tasa de alcoholemia es progresivo.
La ingestión de alcohol produce numerosas alteraciones orgánicas y psicológicas que pueden entrañar un grave riesgo durante la conducción de vehículos.
Las pruebas no sólo se realizarán en horario nocturno, sino también en horas del mediodía, para que los controles resulten también disuasorios de ingestión de bebidas alcohólicas durante las horas posteriores a la comida.
Según datos del Observatorio Europeo para la Seguridad Vial (ERSO), alrededor del 25% de todas las muertes en carretera en Europa están relacionadas con el alcohol, mientras que, aproximadamente, sólo el 1% del total de kilómetros recorridos son conducidos por personas con 0,5 g / l de alcohol en la sangre o más.
El alcohol no sólo está relacionado con una mayor accidentalidad, sino que también repercute en una mayor mortalidad, al ser un factor relacionado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas.
Aún con tasas de alcoholemia dentro de los márgenes legales permitidos, nuestro nivel de riesgo de accidente de tráfico puede verse incrementado. La única tasa segura es 0,0%.
De 0,3 hasta 0,5g/l (Inicio zona de riesgo) |
De 0,5 a 0,8g/l (Zona de alarma) |
De 0,8 a 1,5g/l (Conducción peligrosa) |
De 1,5 a 2,5g/l (Conducción altamente peligrosa) |
Aumento tiempo de reacción |
Peor percepción de distancia |
Graves problemas de percepción |
Graves problemas de percepción, de atención, de control y coordinación |
Se subestima la velocidad |
Problemas de visión |
Grandes problemas de atención y coordinación |
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Problemas de coordinación |
Incremento de la somnolencia |
Fuente: Cuadro de elaboración propia, de acuerdo con los datos extraídos del Programa de Intervención, Sensibilización y Reeducación Vial. Manual del Alumno (INTRAS. DGT. 5ª Edición. Año 2009) y del Manual Seguridad Vial para nuevos conductores. INTRAS ? DGT. Año 2007.
- De 0,3 a 0,5 g/l: Excitabilidad emocional, disminución de la agudeza mental y de la capacidad de juicio. El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 2.
- De 0,5 a 0,8 g/l.: Reacción general más lenta, alteraciones en los reflejos, comienzo de la perturbación motriz, euforia en el conductor, distensión y bienestar, tendencia a la inhibición emocional, comienzo de la impulsividad y agresividad al volante. El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 5.
- De 0,8 a 1,5 g/l.: Estado de embriaguez importante, reflejos muy perturbados, pérdida del control preciso de los movimientos, problemas serios de coordinación, dificultades de concentración de la vista, disminución notable de la vigilancia y percepción del riesgo. El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 9.
- De 1,5 a 2,5 g/l: El riesgo de sufrir un accidente se multiplica por 15.
Aunque nos creamos en pleno uso de nuestras facultades físicas y mentales con la ingesta de alcohol estamos multiplicando el riesgo de sufrir un accidente.
Hay que ser consecuente: trata de impedir que otras personas que hayan bebido cojan el coche. En todo caso, nunca subas al coche con él.
Según datos de la citada Memoria del Instituto Nacional de Toxicología del año 2013, de los 161 peatones analizados, el 44,10% (71) de los peatones fallecidos presentaron resultados positivos en sangre a drogas y/o psicofármacos y/o alcohol.
El peatón, como usuario más débil de la vía, necesita también estar en pleno uso de sus facultades físicas y mentales para no correr riesgos.
La ingesta de alcohol y/o drogas también supone un peligro como usuario de la vía pública.
En zona urbana, a nivel nacional, el mayor número de fallecidos se produce por atropello.
Menor percepción o percepción equivocada de su entorno, pérdida de visión, mayor asunción de riesgos, son consecuencias que se derivan de la ingesta de alcohol, aumentado la posibilidad de sufrir un atropello.
En el año 2013, según consta en la Memoria del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, se realizaron análisis toxicológicos a 557 conductores fallecidos en accidente de circulación, presentando 240, el 43,09% de ellos, resultados positivos en sangre a drogas y/o psicofármacos y/o alcohol*.
*El resultado positivo a alcohol se refiere siempre a alcohol etílico en sangre (alcoholemia) con una tasa superior a 0,3 g/l.
Conducir después del consumo de sustancias psicoactivas es un hecho frecuente en España, alcanzando el 17% de los conductores españoles. Aparte del alcohol, casi un 11% de conductores conducen tras haber consumido alguna sustancia (drogas de abuso) que pueden afectar la capacidad para una conducción segura. El cannabis (THC) y la cocaína son las dos sustancias más frecuentemente halladas. El consumo simultáneo de sustancias, que se ha demostrado como un comportamiento de extremo riesgo vial, es comparativamente frecuente en España, alcanzando frecuencias en torno al 2% de los conductores aleatoriamente seleccionados.
Estos datos proceden del proyecto europeo DRUID (del inglés "DRiving Under Influence of alcohol and Drugs", conducción bajo la influencia de alcohol y otras drogas) concluido en 2011.