El Ejército del Aire se pone a prueba en el aeródromo
Un T-21 del Ejército del Aire.
Paracaidistas y tripulación de la aeronave ejercitan unas maniobras al uso de las llevadas a cabo en la guerra de Afganistán.
El Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) del Ejército del Aire, ha efectuado hoy en el aeródromo de Garray una maniobra consistente en la extracción de un equipo de militares con un avión tipo T-21. Concretamente, este escuadrón realizaba el Control Táctico de Combate a un avión T-21 del ALA 35 del Ejército del Aire, para que mediante la activación de una Zona de Aterrizaje, en inglés 'LandingZone L/Z', realizara una toma de máximo esfuerzo.
El objetivo era extraer a un equipo de controladores de combate, (CCT) que participaban en el ejercicio ININ, específico en la instrucción de esta Sección. Este equipo CCT, días antes había efectuado un lanzamiento paracaidista desde otro avión del ALA 35 con base en Getafe, en la Zona de Lanzamiento 'DropZoneD/Z', Murillo de río Leza, en las proximidades de Logroño.
Lanzamiento paracaidista a alta cota
El lanzamiento paracaidista en apertura manual denominado 'HAHO, Lanzamiento y Apertura a Alta Cota (High Altitude High Opening)' permitió a la patrulla navegar con sus paracaídas abiertos unas 5 millas náuticas, cerca de 10 kilómetros, desde la salida del avión hasta llegar finalmente al 'Punto de Impacto', (PI).
El Equipo CCT embarcó en el avión T-21 que les lanzó, el día 17, en la Base Aérea de Zaragoza, donde está ubicado el EADA, tras un 'briefing' previo, en el que se establecen las últimas coordinaciones, entre los paracaidistas y los pilotos, así como entre los Jefes de Salto y el resto de tripulantes de la aeronave. Este briefing es denominado 'Bajo las Alas' ya que acontece escasos minutos antes del embarque en el avión antes de despegar.
Progresión terrestre
Tras este lanzamiento, en el que los paracaidistas se arrojan con todo su armamento y equipo, comenzó su infiltración a pie al área del objetivo final, en la cual han llevado a cabo su misión final: reconocer la zona de aterrizaje de Garray, proceder a su activación y, finalmente la extracción de todo el equipo CCT mediante un T-21.
La activación de la zona de aterrizaje, implica 'balizar la pista' indicando al piloto mediante referencias físicas o paineles donde tiene que aterrizar y con el Control Táctico de Combate vía radio a través de comunicaciones seguras proporcionar al piloto toda la información necesaria, como el viento, las nubes o incluso la presión atmosférica para que pueda aterrizar de la forma más segura posible.
Esta misión se ha venido desempeñando en misiones reales por los CCT del EADA. Destaca la llevada a cabo desde el año 2005 en Afganistán que se cumplió con éxito gracias a este tipo de ejercicios en territorio nacional.