El banderillero David Adalid fue intervenido en la enfermería de 'la chata' tras la cogida que sufrió en el cuarto de la tarde. Morenito de Aranda lo intentó. Manuel Escribano no pudo hacer nada con los astados, siempre buscando los pies y el cuerpo del torero. Javier Castaño, director de lidia, voluntarioso.
El año pasado fue el torero Diego Urdiales, quien fue enviado a la enfermería por un toro de la ganadería de Adolfo Martín. Este año, el subalterno David Adalid, tras el tercer par de banderillas del cuarto toro, fue embestido en el tendido ocho y trasladado rápidamente a la enfermería.
Mala tarde de toros para el aficionado de Soria, mucho más torerista que torista. Los animales, ya se sabe de esta ganadería, muy complicados a la hora de darles pases. Siempre buscando los pies, girándose rápido y buscando al torero. Eso le pasó a Manuel Escribano, quien, salvo los pares de banderillas que puso, imposible lidiar a su lote.
Javier Castaño, voluntarioso, lo intentó el leonés-salmantino, pero no pudo tampoco con los suyos. Además, se sumó en su segundo, la preocupación por su banderillero.
Morenito de Aranda fue quien destacó, lamentando la tarde por el estoque. El torero lo intentó y dio unos buenos pases, lentos y pausados, pero como ya se dijo, esta ganadería, no la puede torear cualquiera, pese a las ganas.