Estas obras de consolidación y restauración continúan las tareas iniciadas en 2008, dentro del proyecto Soria Románica, de desescombro, excavación arqueológica y documentación.
El delegado territorial, Manuel López, ha visitado este martes 23, acompañado del alcalde Langa de Duero, Constantino de Pablo, y del jefe del Servicio Territorial de Cultura, Carlos de la Casa, la ermita de la Virgen del Vallejo, en Alcozar (Langa de Duero). La Consejería de Cultura y Turismo ha invertido 52.000 euros, a través del proyecto cultural Soria Románica, en diversas obras de acondicionamiento, consolidación y restauración, que ha ejecutado la empresa In Situ, Conservación y Restauración.
Esta intervención se suma a la realizada en 2008, con una inversión de 216.420 euros, a través del proyecto inicial de Soria Románica, promovido y financiado por la Junta de Castilla y León, y que consistió, fundamentalmente, en desescombrar, consolidación de elementos, restauración del artesonado de la sacristía, excavaciones arqueológicas, estudio histórico, adecuación del entorno y aplicación de medidas de protección.
Sobre la actuación, Manuel López ha destacado "el acondicionamiento y consolidación de este inmueble, asegurando una serie de zonas que estaban en peligro de caída, acotando en el interior de la ermita dos zonas claramente diferenciadas: área no excavada y área con excavación arqueológica".
En el área excavada se ha delimitado el perímetro mediante sillería en seco y vallado de madera. Se han realizado trabajos para favorecer el drenaje y se ha reforzado la esquina del muro sur de la nave con cantería en seco de piedra caliza para evitar desprendimientos.
Se ha saneado el muro norte de la sacristía (interior, exterior y coronación del muro) con inclusión de mampostería y retacado de juntas y cumbrera. También se ha procedido a rejuntar las catas en la arquería (muro sur) para impedir la retención de agua pluvial y posible caída de mampuesto.
Las columnas de la nave se han sellado con mortero de cal y arena para evitar la entrada de agua al interior y su degradación.
En cuanto al arco y puerta de acceso a la ermita, se han acometido las labores de acuñado y sellado de la clave del arco, se ha adecuado el acceso mediante la colocación de un peldaño de piedra y se ha cambiado la puerta existente por la original, reintegrando los casetones que faltaban. El mismo tratamiento se ha dado al acceso a la sacristía, con la fabricación de tres peldaños con piedra caliza, reponiendo el encuentro del solado con ladrillo macizo recuperado. Por último, se ha realizado un tratamiento con herbicida en toda la zona.
En la actuación realizada en el año 2008 se descubrieron nuevos restos de un singular ejemplo de galería porticada en forma de 'L' en los lados norte y oeste, y varios enterramientos medievales.
Este importante hallazgo constituye un singular ejemplo en la provincia de Soria, ya que sería la única galería que mantiene esta estructura original en 'L'. En el otro ejemplo conocido, el de la iglesia de San Miguel de Andaluz, la galería primitiva ocupaba una situación similar a la de Alcozar pero, en la actualidad, se encuentra parcialmente remontada al sur.
En el libro 'Itinerarios del Románico en Soria', Carmen Frías señala que "la excavación arqueológica practicada en el interior y exterior de este inmueble en ruinas ha proporcionado una interesante información y abundantes restos de la necrópolis excavada en roca. Se hallaron en este proceso unas tablas pertenecientes a un retablo del siglo XV que, en desuso, se enterró en el interior de lo que fue galería porticada; algunas de las piezas han podido ser rescatadas y restauradas, conservándose actualmente en el Museo Numantino de Soria".
La ermita de Alcozar aparece documentada desde el siglo XII. Tiene una sola nave con ábside semicircular plenamente románico y una galería porticada, con siete arcos. La galería se cegó en el siglo XVI para ampliar el aforo de la iglesia y, de esta manera, se consiguió añadir una nave más al edificio con una mínima inversión en la reforma. Esta obra supuso que la galería románica quedara oculta.
La nave sur del edificio se ha ido destruyendo por la acción del paso del tiempo, después de que se abandonara al culto, sin que apenas quede nada más que un gran arco apuntado. La nave norte conserva dos arcos torales del siglo XVII. También destacan una serie de canecillos románicos del ábside que actualmente dan al cementerio anejo.
La documentación sobre esta ermita revela el estado casi ruinoso en el que se encontraba a principios del siglo XIX, seguramente motivado por el cambio de la parroquia a la iglesia construida en el siglo XVIII en el pueblo. La Virgen del Vallejo sólo se empleaba para funciones funerarias y en la fiesta local.