El Consistorio hace pública la norma para la eliminación de estos desechos que entre otros puntos prohíben ser derramados en cunetas y con un máximo de 210 kilos de nitrógeno por hectárea y año.
Multas que pueden llegar hasta los 3.000 euros son las que contempla la nueva ordenanza municipal de Garray por el incumplimiento de las normas que han entrado en vigor este viernes y que abordan la eliminación de residuos ganaderos y también agrícolas.
A tal fin, el Boletín Oficial de la Provincia publica este texto de obligado cumplimiento en el término garreño y que entre otros puntos reflejan que estos residuos, como el purín, estiércoles u otros tipos de detritus no podrán ser derramados en cunetas, sino en fincas de labor, con la responsabilidad de ser enterrados durante el periodo comprendido entre el 1 de marzo y el 31 de octubre.
La ordenanza contempla además que el volumen máximo de residuos por hectárea y año no deberán superar los 210 kilos de nitrógeno, y su esparcido tampoco podrá ser efectuado a menos de dos kilómetros de los cascos urbanos que componen el municipio. De igual modo, la distancia a las carreteras deberá ser al menos de 50 metros.
La nueva ordenanza puede ser consultada aquí o en el archivo que se adjunta con esta información.