Los empleados insisten en que los directivos de la empresa siguen lucrándose 'a costa del sudor de otros'.
Asociación de Trabajadores de las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (Atbrif) ha denunciado este martes la apertura de un expediente a ocho trabajadores tras las últimas movilizaciones de octubre.
Este colectivo, cuyo portavoz en Soria es Alfonso Caño, es un movimiento que comienza porque un grupo de trabajadores, "bomberos forestales" reivindican mejoras en sus condiciones más que precarias, y creen que tras más de veinte años luchando contra los incendios se merecen un trato mejor,al no entender "cómo ciertos directivos de la empresa Tragsa pueden lucrarse a costa del sudor de otros" y porque tampoco comprenden que por una "más que demostrable mala gestión" de la dirección de empresa, los trabajadores "tengan que solucionar la situación mediante recortes en sus ya pobres salarios".
Sin embargo, lo que en principio era una lucha amparada por la Constitución, con carácter reivindicativo por un derecho de los trabajadores se ha transformado en algo más. Así, han significado que ayer martes, la empresa comunica a ocho de sus trabajadores que se les abrirán diligencias para interponerles una falta grave por utilización de Epi (el equipo de trabajo en este empleo) fuera de su jornada laboral, "concretamente por la marcha que convocó la Atbrif el 15 de octubre" en un tramo del Camino de Santiago.
Así, han puesto el foco en que las faltas graves pueden suponer suspensión de empleo y sueldo de 1 a 15 días. Una suspensión que se materializará a un mes escaso de que todo el colectivo se vaya al paro "y a dos meses de las Navidades". Algo que "junto a nuestro pobre sueldo, hará que ocho trabajadores lo pasen realmente mal".
También han acentuado que "lo más grave" es que de los ocho trabajadores elegidos "aleatoriamente" por Tragsa, "seis de ellos son padres de familia, agravando así la precaria situación".
Para Atbrif, la empresa sigue "con sus sucias y habituales prácticas jugando con el pan de cada día de los trabajadores para instaurar el miedo en el colectivo".
Con todo, han observado que "anecdóticamente" la obcecación y la arbitrariedad de Tragsa se demuestra precisamente días antes en Madrid los empleados se manifestaron con sus trajes de labor frente a la sede de la firma, cuyos responsables "no hicieron nada al respecto".
"Debido a todo esto y a que somos una asociación de trabajadores, la Atbrif no solo apoya y defiende a los compañeros sino que se muestra totalmente en contra de tales hechos y si se sanciona por este motivo a tan solo uno de nuestros asociados utilizaremos todo lo que esté en nuestra mano contra la empresa Tragsa", han avisado.
Por último, han avanzado que no se cansarán de repetir ni de suspender sus actuaciones para conseguir "lo que nos merecemos, y mientras la empresa utilice la opresión en vez del dialogo sobre hechos palpables seremos su quebradero de cabeza".