Técnicos del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, NEIKER-Tecnalia, han llevado a cabo el abatimiento de árboles simulando el efecto del viento en montes de la localidad vizcaína de Artzentales.
Especialistas forestales del instituto francés de investigación agronómica INRA junto a técnicos de NEIKER-Tecnalia y la Diputación Foral de Bizkaia han derribado ejemplares de pino radiata de diferentes edades, con el fin de conocer su resistencia a los vendavales y observar la fuerza que debe ejercer el viento para derribar estos árboles en las condiciones particulares del País Vasco. Esta experiencia resulta de gran interés para los gestores de masas forestales y les ayudará a mejorar la gestión de sus arbolados y a integrar la variable del viento en decisiones como la distribución de las plantaciones o el momento adecuado para talar los árboles.
Productores del sector forestal, guardabosques, técnicos forestales e investigadores, entre otros profesionales, se han dado cita para ver de cerca el simulacro. Los árboles se han derribado con cables de acero que hacían las veces de la fuerza del viento y que estaban dotados de sensores para medir la fuerza necesaria para hacer caer los árboles. Cada pino radiata llevaba colocado tres inclinómetros que registraban el grado de inclinación según la fuerza ejercida contra el árbol. De este modo, se ha podido determinar la resistencia de la raíces y la fuerza del tronco, dos parámetros esenciales para conocer la capacidad del árbol de resistir el empuje del viento.
Ciclones como el Klaus (2009) y Xynthia (2010) derribaron más de 200.000 metros cúbicos de madera a su paso por el País Vasco, debido a rachas de viento que sobrepasaron los 228 kilómetros por hora. Las previsiones indican que la frecuencia de este tipo de fenómenos extremos aumentará por efecto del cambio climático. Por tanto, resulta necesario para el sector forestal contar con información y herramientas que les permitan afrontar los riesgos derivados del viento.