El PCAS considera que la opción presentada por el Partido Popular es una ocurrencia "contraria a los principios democráticos".
El Partido Castellano (PCAS) ha señalado este martes que la "ocurrencia" del PP por la que se pretende reducir los aforados regionales en Cortes es "populista, demagógica y contraria a los principios democráticos". Una opción que "contrasta con el número de altos cargos de libre designación, -no elegidos por la ciudadanía-, el gasto en coches oficiales, dietas, desaguisado de las empresas públicas, etc., lo que demuestra que el Gobierno de Herrera se mueve 'por titulares' y no por un proyecto planificado y estudiado, y que el PP es capaz de cercenar hasta límites insospechados la voluntad de la ciudadanía con tal de mantenerse en el poder y acallar la voz de la oposición".
Así, los castellanistas proponen a Juan Vicente Herrera que "si de verdad se mueve en sus decisiones por el ahorro y la eficacia, haga las mejoras necesarias en el Estatuto de Autonomía para que se produzca la colaboración estrecha entre las Comunidades castellanas, lo que ahorraría a los ciudadanos hasta 5.000 millones de euros sin perder competencias y mejorando el autogobierno".
La idea del PCAS es "un paso fundamental" que llevaría al ahorro y al fortalecimiento de la Comunidad castellanas. A tal fin han propuesto medidas que pasan por limitar por Ley el número de asesores de altos cargos y de las Consejerías, y establecer una remuneración que no supere tres veces el SMI (lo que lo situaría en unos 24.000 ? al año), además deprohibir las relaciones de parentesco de primer y segundo grado entre los altos cargos, asesores y puestos de libre designación en la administración y en las empresas públicas. También contemplan exigir un mínimo de experiencia laboral de cinco años acorde con el puesto de libre designación que se va a desarrollar, a la vez que demandana los procuradores y a los cargos de libre designación que fijen su residencia real en la Comunidad autónoma a la que representan.
"Cualquier otra medida populista como la propuesta por el PP de Castilla y León no es más que un intento de desviar la atención sobre el desmantelamiento de los servicios públicos que se ha llevado a cabo, en el Gobierno Herrera, en los últimos años".
Limitar la representatividad en las Cortes de Castilla y León supone para esta formación "cercenar de manera definitiva cualquier intento de los partidos sin representación de acceder a la misma, convirtiendo, la que se supone es la cámara de representantes de la ciudadanía de Castilla y León, como un cortijo" a la medida de los grandes partidos.