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Tildan de 'vergüenza' la protección a los ministros y ninguna hacia las maltratadas

Tildan de 'vergüenza' la protección a los ministros y ninguna hacia las maltratadas

Actualizado 12/12/2014 21:48

Casi un centenar de personas se congregan en los juzgados de Soria ante la visita del titular de Justicia, para condenar el ataque ayer a una joven en Almazán. Piden que los jueces miren a sus propias muñecas por si acaso portan también pulseras de alejamiento.

La Asociación de Mujeres Antígona, se congregaba esta tarde en el Palacio de los Condes de Gómara, la Audiencia Provincial, para condenar el intento de asesinato que sucedió ayer jueves en Almazán a una joven de 24 años. Piden a los jueces que se miren su muñeca para ver si llevan puesta una pulsera de alejamiento.

Cerca de un centenar de personas se han dado cita en la calle para hacer llegar al al titular de Justicia, Rafael Catalá, la indignación en los casos de violencia de género. Así las cosas, Concha Bahena, portavoz de Antígona, se ha mostrado contundente en esta concentración, diciendo que "hoy denunciamos todo lo denunciable, venimos al palacio de la Audiencia Provincial de Soria y vemos cómo hay sesenta policías protegiendo a un ministro y a su séquito, y las mujeres en la calle sin protección y las están asesinando" indicó.

Bahena considera una "vergüenza" que Catalá lleve tanta protección y las mujeres maltratadas y asesinadas no tengan ninguna. "De 58 personas asesinadas este año, 15 tenían orden de protección ¿dónde estaba quien las tenía que proteger? Aquí, protegiendo al ministro, nos sentimos avergonzadas, una sociedad donde cuatro personas tienen privilegios y ventajas, y al resto que nos maten como moscas".

La portavoz de la asociación feminista ha llegado a pedir la dimisión de Catalá. "Tras lo que pasó en Almazán, y con las personas que llevamos asesinadas, lo que me pide el cuerpo es pedir que dimita aunque lleve cuatro días. Debería haber puesto las medidas para proteger a esas mujeres y renunciar a tanto séquito y tanta leche" ha señalado. Aquí ha enfatizando su argumentación en que los criterios por donde pasa el posible riesgo en una orden de alejamiento, no se tiene en cuenta la opinión de la mujer maltratada. "¿Para qué queremos tanta pulsera en campaña electoral? Que se miren la muñeca los jueces, que igual las llevan puesta ellos porque, desde luego, las mujeres y los maltratadores no las llevan puestas".

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