La Junta restaura el retablo mayor de la iglesia de La Blanca, en Almazul
La Consejería de Cultura y Turismo ha restaurado dos zonas del retablo mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Blanca, en Almazul: un sagrario expositor que destaca por tratarse de los pocos conjuntos del período romanista que se conservan de forma íntegra, y la imagen de la Virgen de la Blanca.
El delegado territorial, Manuel López, que ha visitado esta mañana Almazul para comprobar el estado del retablo tras la intervención efectuada con una inversión de doce mil euros, ha recordado la importante labor que está realizando la Consejería de Cultura y Turismo en materia de restauración, "lo que está permitiendo la recuperación de bienes inmuebles y bienes muebles de la provincia para ponerlos a disposición de la sociedad".
La arquitectura y escultura del sagrario fue realizada por Francisco Cambero de Figueroa, vecino de Soria, donde ya estaba trabajando en el citado relicario, hacia 1614, cuando recibe el encargo de construir el retablo mayor para la misma iglesia. La pintura, dorado y estofado es obra de Martín González, también vecino de Soria, quedando completo el encargo hacia la década de los años cuarenta del siglo XVII.
Se estructura en una pequeña predela que muestra varias escenas alusivas a la institución de la Eucaristía, como la representación de la Última Cena, que se sitúa al frente más dos cuerpos con remate gallonado en la parte superior. Columnas acanaladas de capitel corintio y decoración vegetal en el tercio inferior separan las hornacinas que contienen las imágenes de bulto redondo que representan a San Pedro, San Pablo, Santa Catalina, Santa Bárbara y la Inmaculada. Cabe destacar el relieve que decora la puerta del sagrario, donde figura la Resurrección.
Estado y proceso de restauración
Según la restauradora, Francisca Diestro, "la principal alteración que mostraba era un denso velo de color acaramelado y amarillento que cubría el conjunto y empañaba el variado cromatismo de la decoración pictórica, fruto de barnices oxidados añadidos a lo largo del tiempo. Además, los insectos xilófagos habían provocado descohesión en el soporte de madera, volviéndolo inconsistente y ocasionando pérdida volumétrica. Por otra parte, la capa de policromía mostraba lagunas dispersas y levantamientos puntuales originados por el envejecimiento propio de los materiales constitutivos que con el tiempo pierden elasticidad y se vuelven quebradizos. La suciedad incrustada con depósitos de polvo, la abundancia de cera procedente de velas y la existencia de puntas oxidadas eran otros de los elementos que se encontraban recorriendo la superficie".
En la restauración llevada a cabo se han empleado materiales que cumplen las condiciones establecidas para estos casos de reversibilidad, estabilidad y compatibilidad con los originales. Se ha realizado la documentación fotográfica y gráfica previa a la intervención, durante todo el proceso y al término del mismo, así como la instalación de medios auxiliares que han facilitado la tarea restauradora. Después, se ha procedido con la intervención preventiva contra la acción de insectos xilófagos, la consolidación del soporte de madera, la fijación y consolidación de policromía, la limpieza, retirada de depósitos de polvo, suciedad incrustada, barniz oxidado, puntas y cera en superficie. Finalmente se ha realizado una reintegración selectiva con carácter puntual, seguida de la aplicación de una capa protectora.