La institución baraja la posibilidad de reintroducir vacas serranas toda vez que el ganado tuvo que ser sacrificado. Es una especie autóctona en peligro de extinción.
La Diputación está buscando fórmulas para retomar la actividad ganadera de la raza autóctona negra serrana en las instalaciones de Taniñe, en Tierras Altas.
Como se recordará, y tras los controles sanitarios, la explotación agropecuaria tuvo de ejercer la retirada de las reses, casi dos centenares de cabezas, para dar cumplimiento a la legislación sobre materia de sanidad animal. Todas las reses fueron sacrificadas hace once meses después de nueve años de resultados positivos de tuberculosis, lo que impidió que todos los animales no pudieran ser destinados a vida, sino a matadero.
Ahora, la institución pretende, con el apoyo de ganaderos de la provincia, retomar esta explotación con el fin de garantizar la permanencia de esta raza, que está considerada en extinción y cuya carne posee unas cualidades organolépticas de carácter único.