Presentan en Ávila la estrategia 'AgroHorizonte 2020' para potenciar este cultivo.
La consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, ha clausurado este mediodía en Ávila la jornada de la estrategia global del sector agrario de los próximos años 'AgroHorizonte 2020', dedicada al cultivo de la remolacha. En ella se han analizado la situación actual de este sector y las perspectivas de futuro y se han planteado medidas para potenciarlo. Las acciones propuestas se dirigen a reducir los costes de producción y a mejorar la competitividad de este sector al que se dedican 5.250 castellanos y leoneses y que genera 347 millones de euros en la Comunidad.
Ante la desaparición del régimen de cuotas de producción en el cultivo de la remolacha el escenario va a ser mucho más incierto y competitivo, por lo que será necesario dotar a los agricultores de herramientas que garanticen su posicionamiento y el crecimiento sostenible de este sector en Castilla y León. Para ello es preciso seguir estableciendo medidas de apoyo a la remolacha en el marco de la estrategia 'AgroHorizonte 2020'. Esta estrategia se apoya en los instrumentos que se han aprobado durante esta legislatura: la Ley Agraria de Castilla y León, la nueva Política Agrícola Común, el Programa de Desarrollo Rural de Castilla y León 2014-2020 y 'Futura Alimenta 2014-2017'.
'AgroHorizonte 2020' se ha presentado como una iniciativa de la Consejería de Agricultura y Ganadería que apuesta por la generación de riqueza y empleo mediante el liderazgo de subsectores identificados como estratégicos para Castilla y León como son el vacuno leche, ovino y caprino, ibérico, remolacha, hortofrutícolas y patata, cultivos herbáceos de alto valor y vino.
El proceso de trabajo de esta iniciativa comenzó, en marzo de 2014, fijando las bases del proyecto, estableciendo plazos y objetivos concretos. Además, se ha contado con la aportación de conocimientos y sugerencias que han permitido la elaboración de un documento de partida para el debate, en el que se fijan las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de cada uno de estos sectores.
El resultado de ese trabajo, que culminó con la presentación pública de la estrategia 'AgroHorizonte 2020' el pasado 12 de diciembre, es el que ahora permite iniciar el ciclo de jornadas previstas en los próximos cuatro meses y comenzar el análisis y la discusión en cada uno de los sectores para enriquecer la estrategia y conseguir el resultado más ambicioso para el futuro de Castilla y León.
Hoy en Ávila, se ha celebrado la primera de estas jornadas con un debate centrado en el sector de la remolacha, y que ha contado con la participación de ponentes de reconocido prestigio, que han analizado las necesidades y retos que afronta este sector y que han dado como resultado el establecimiento de objetivos concretos y la propuesta de medidas que deben presidir las políticas agrarias que se lleven a cabo en el futuro.
La jornada ha contado con una ponencia técnica de la directora general del Comité Europeo de Fabricantes de Azúcar CEFS, Marie-Christine Ribera, bajo el título 'El sector europeo del azúcar ante un nuevo escenario sin cuotas', y dos mesas redondas, una sobre 'Mejoras en los factores de producción', y otra sobre 'El futuro del sector remolachero de Castilla y León'.
Ribera, abogada de profesión, comenzó su carrera profesional haciendo prácticas en la Comisión Europea, en 1999 se incorporó a la COPA-COGECA (Comité de las organizaciones profesionales agrarias y las cooperativas agrícolas), en Bruselas, como asesora de política responsable en materia de cultivos herbáceos y acuerdos bilaterales. Durante los últimos años, Ribera ha estado profundamente involucrada en las políticas de agricultura y de los alimentos de la Unión Europea desarrollando una sólida red de relaciones en la Unión Europea. Desde junio de 2009 es directora general del Comité Europeo de Fabricantes de Azúcar (CEFS)
En su intervención, Ribera ha analizado lo que supuso la primera reforma europea del azúcar, de 2006-2009, y cómo el sector ha ganado competitividad tanto en la remolacha como en fabricación de azúcar. En cuanto al mercado ha argumentado que la Comisión utiliza el azúcar como moneda de cambio para conceder ventajas comerciales en otros sectores y a veces se cierran con países que no respetan los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio. La Comisión Europea es más flexible con las cuotas de producción de isoglucosa que con las del azúcar.
Ribera ha pedido que la Comisión Europea realice una gestión responsable de los mercados ya que, como ha explicado, según algunos estudios de la propia Comisión, en el año 2016 se permitirá el doble de producción de isoglucosa que en la actualidad y, siendo este producto competidor del azúcar, los productores de ésta seguirán vinculados por las cuotas. También ha reclamado que, en el nuevo escenario sin cuotas, los acuerdos comerciales que cierre la Comisión tengan en cuenta las condiciones sociales y medioambientales en que se produce en esos países.
También ha manifestado que aunque el futuro sin cuotas es incierto está lleno de oportunidades y el sector europeo del azúcar y de la remolacha en general y el de Castilla y León en particular no deben tener miedo a competir en un mercado liberalizado y globalizado.
En la jornada de hoy se han celebrado también dos mesas redondas. En la primera de ellas, bajo el título 'Mejoras en los factores de producción', han participado Esteban Sanz, del Servicio Agronómico de ACOR, que ha hablado sobre el análisis comparativo de los costes de producción; José Cortijo, de Fertiberia, que ha planteado cómo optimizar la fertilización; el agricultor Justino Medrano, que ha explicado su experiencia con el riego solar, y José Manuel Omaña, de Aimcra, que ha planteado la sostenibilidad del cultivo de la remolacha.
En la mesa redonda 'El futuro del sector remolachero de Castilla y León. Los acuerdos interprofesionales' han participado Juan Luis Rivero, consejero delegado de Azucarera, Carlos Rico, presidente de ACOR, Donaciano Dujo, presidente de Asaja, Juan Ignacio Senovilla, de la Alianza UPA-COAG y Juan Antonio Rodríguez, de UCCL.
Castilla y León, con 4.112 agricultores dedicados a este cultivo y 26.000 hectáreas sembradas, es la principal productora de remolacha del país. Esta campaña se espera alcanzar una producción en la zona norte de España de 3.200.000 toneladas de remolacha, de las cuales aproximadamente 2.800.000 corresponden a los cultivadores de Castilla y León y el resto a productores del País Vasco, Rioja y Navarra. La producción de estas tres comunidades autónomas se moltura en la fábrica de Miranda de Ebro. Se trata de un sector muy profesionalizado que ha pasado de producir 70 toneladas por hectárea en la Comunidad en el año 2000 a las 110 toneladas por hectárea de 2014.
En cuanto a la industria de transformación de la remolacha, las dos empresas que operan en España (ACOR y EBRO) cuentan con cuatro factorías en la Comunidad donde trabajan 1.150 personas, lo que supone que se dedican a este sector 5.250 castellanos y leoneses.
Este sector genera, teniendo en cuenta tanto el cultivo de la remolacha como el azúcar producido, un total de 347 millones de euros en Castilla y León.
Una de las características más relevante en el sector de la remolacha es la existencia de acuerdos interprofesionales por los que se establecen las relaciones contractuales entre los productores y la industria para la compraventa de la remolacha.
Además, destaca el apoyo público que recibe este sector: en la nueva PAC, dentro de las ayudas asociadas, se establece una medida de apoyo al cultivo de remolacha amparada por un contrato para la producción de azúcar. En Castilla y León el importe por hectárea será cercano a los 500 euros. En total, los cultivadores de remolacha de la Comunidad podrán recibir anualmente 13 millones de euros. Además, la Consejería de Agricultura y Ganadería ha incluido una ayuda específica para el cultivo sostenible de remolacha azucarera dentro de las medidas agroambientales del Programa de Desarrollo Rural de Castilla y León 2014-2020.
Esta ayuda, de 400 y 450 euros/hectárea, lo que supone un total de 10 millones de euros al año, pretende contribuir al mantenimiento de este cultivo fomentando su gestión sostenible y contribuyendo de forma directa a la mitigación del cambio climático.
Además del apoyo, el sector debe aprovechar la oportunidad que ofrece la inversión de 647 millones de euros realizada en Castilla y León durante el periodo 2007-2013 que ha permitido modernizar 63.251 hectáreas de regadíos y transformar 34.200 hectáreas en nuevos regadíos, donde la remolacha debe ocupar el puesto principal de la alternativa de cultivo.
La Junta de Castilla y León considera necesario seguir trabajando en la sostenibilidad del cultivo y en un uso más racional de los factores de producción y en reducir las diferencias de costes con los productores europeos en cuestiones importantes como son la fertilización, el riego o el uso sostenible de productos fitosanitarios.
Para ello, la investigación y desarrollo se convertirán en herramienta clave para conseguir esa competitividad. La apuesta por la I+D+i debe ir por: un mejor aprovechamiento de los subproductos del proceso, la racionalización del uso del agua, el transporte de forma más sostenible y optimizar la rotación de cultivos y las prácticas de fertilización.
Además, de cara al futuro del sector, es necesario, ante las nuevas demandas de los consumidores, realizar campañas de imagen que favorezcan la credibilidad del sector y el consumo razonable de azúcar.