En el Ayuntamiento soriano lo tienen claro: si el campo no se hace porque falta dinero, la culpa cómo no, es de la maliciosa Junta de Castilla y León, y si hay 600 niños de por medio esperando a la construcción del campo, mejor todavía.
'Soria ni te la imaginas'. Créanme que acertó en la diana el que inventó tal conjugación de palabras. Unas palabras que bien se podrían aplicar a lo que hemos visto y leído estas últimas semanas sobre la polémica ?que algunos han creado? acerca de la construcción de un nuevo campo de fútbol de hierba artificial en los terrenos ajenos al estadio de Los Pajaritos.
La polémica ha venido servida cómo no, por obra y gracia del excelentísimo alcalde soriano, que teniendo de forma absoluta las competencias en materia de infraestructuras deportivas, ha querido mirar hacia otro lado y echar gasolina a la llama como pirómano político que es, con fines que bien podría explicar.
En el Ayuntamiento soriano lo tienen claro: si el campo no se hace porque falta dinero, la culpa cómo no, es de la maliciosa Junta de Castilla y León, y si hay 600 niños de por medio esperando a la construcción del campo, mejor todavía.
Digno es de señalar, que no teniendo obligación alguna de aportar un solo euro ?porque no tienen competencias en estas construcciones ?la Consejería de Cultura y Turismo del Gobierno regional haya querido colaborar con 50.000 euros para la construcción del campo. Y quizás haya sido ese el error, porque ante tal aportación, ahora en vez de valorarlo como un esfuerzo, quieren más y más.
Al alcalde de Soria no le basta con utilizar este asunto y a los que de forma legítima piden lo que creen necesario para ellos. También le parecen poco 50.000 euros. Incluso ha osado en mencionar que la administración regional está obligada moralmente a invertir más dinero para el nuevo césped, a pesar de que en los últimos años haya destinado 4,5 millones de euros al deporte soriano. Pero oír al siempre justiciero Carlos hablar de moralidad, recuerda la carcajada que supondría haber oído a Herodes hablar de construir guarderías.
De que la Junta de Castilla y León le ha transferido recientemente 370.000 euros al Ayuntamiento de Soria como fondos incondicionados ?esto es que los puede gastar en lo que crea oportuno? nada dice el bueno de Carlos. Sabemos que algunos ayuntamientos han destinado estos fondos a instalaciones deportivas, pero de eso, nuestro regidor hace oídos sordos.
Qué pena que los promotores del nuevo campo lo quieran de hierba artificial. Si desde el principio lo hubieran querido de hormigón, nuestro querido alcalde habría ido al fin del mundo con ellos y a gastos pagados. Es lo que tiene el hormigón, que a algunos les cegó la fiebre del oro en siglos pasados, y a otros, les ciega ahora el que sin duda alguna consideran su oro grisáceo.