ASDEN exige que de inmediato se adopte un compromiso político después de 27 años del derrame de lindano en la mina Gandalia.
"Hay que tener cierta cautela respecto a la existencia de lindano en la mina Gandalia de Borobia, pero a la vez hay que considerar el principio de precaución porque estamos ante una sustancia química tóxica y peligrosa y porque los análisis químicos realizados por la Confederación Hidrográfica del Ebro son preliminares", han avanzado este miércoles en la agrupación ecologista ASDEN, en referencia a los vertidos tóxicos de hace 27 años en esta localidad del Moncayo.
Una vez conocidos los resultados del estudio llevado por la Confederación Hidrográfica del Ebro, en el colectivo han apuntado a que "lo lógico" es que dicha entidad, una vez detectada la presencia de Lindano hubiera comunicado en diciembre de 2013 al MAGRAMA, a la Junta de Castilla y León y a sus diversas Consejerías implicadas en la materia, como Sanidad, Agricultura, Medioambiente, e Industria "y por supuesto al Ayuntamiento de Borobia para que se adoptasen más medidas de investigación inmediata, y otras coordinadas de comunicación, prevención y gestión".
En su experiencia, los colectivos han señalado que en otros temas ambientales "esta coordinación no ha existido", por lo que se han dirigido a la Confederación y a la Junta "solicitando que realicen y publiquen nuevos análisis e investigaciones con el fin de conocer con precisión la magnitud de los vertidos de lindano, su localización y sus efectos sobre el medioambiente y la salud de los vecinos de Borobia".
También han dudado en el modelo de transparencia de la Junta, por lo que barajan recurrir a la vía judicial para conseguir que se atiendan las demandas del colectivo y les sea proporcionada la información que demanda. "Por supuesto aprovechamos estos exclusivos días de campaña electoral para usar nuestro legítimo derecho de pedir y exigir que atiendan a un problema tan grave como el lindano de Borobia, propongan medidas y en su caso justifiquen su inacción", han asegurado.
"En estos 18 meses, la inactividad de las distintas administraciones ha hecho posible que haya habido personas bañándose en el lago de la mina Gandalia, o que hayan cogido cisternas con agua para regar obras públicas o dar de beber al ganado, etc. O incluso que se hayan realizado movimientos de tierra en el municipio sin haber prestado atención a la posible presencia o aparición del lindano enterrado".
Además, han calificado a los responsables de los vertidos como "personas sin escrúpulos", quienes fabricaron esta sustancia, la almacenaron "y luego la vertieron y dispersaron ilegalmente por la geografía española, y con todo ello se lucraron". Tampoco han querido olvidar los ecologistas que existen unos órganos públicos, unas autoridades y unos funcionarios "que por acción y omisión lo toleraron en su momento y después lo han ignorado y ocultado".
Ante esta situación, en ASDEN han recalcado que el resultado es "una bomba ambiental" en Borobia y que en su día se podía "haber desactivado y limpiado eficazmente y de forma barata con luz y taquígrafos". Sin embargo, han avanzado que ahora va a suponer un coste de varios millones de euros "y va a generar incertidumbre y desconfianza entre los vecinos de Borobia y del resto de pueblos ribereños del río Manubles".
Esta crítica viene dada por un referente esclarecedor en la localidad de Cabria (Aguilar de Campoo, en Palencia), donde de forma contemporánea a los vertidos de Borobia, "las autoridades palentinas, incluida la Junta, en mayo de 1988 actuaron con diligencia, descontaminaron correctamente los terrenos afectados por el vertido y abrieron los expedientes sancionadores correspondientes que acabaron con una sentencia penal, que incluso fue firme en el Tribunal Supremo".
Se trata éste del único caso de cárcel para los inculpados por delito ecológico sobre el lindano en España. "Por ello a los responsables del vertido de Cabria los podemos llamar delincuentes, y a los responsables del vertido de Borobia sólo de presuntos y desconocidos, a pesar de que presuntamente fueron los mismos: la empresa Bilbao Chemical SA y transportes Bombin", han concluido.