Solicitan al Ayuntamiento una zona del cementerio para enterrar a sus miembros.
La comunidad islámica de Soria celebraba en la mañana de este viernes la fiesta de final del Ramadán, un ciclo de ayuno durante del día y también de acción de gracias. La fiesta tenía lugar en la zona de Los Royales, y a la misma ha acudido un nutrido grupo de musulmanes afincados en la capital.
Por otro lado, la comunidad islámica ha solicitado al Ayuntamiento de Soria una parcela dentro del cementerio municipal para que sea reservada a enterramientos de personas que siguen la fe mahometana. Una solicitud que registraban ayer jueves.
En dicha petición confían en "una buena respuesta de la parte del Ayuntamiento que reconoce a nuestro derecho como musulmanes", han señalado en este colectivo que encabeza Ahmed El Boutaybi.
Un requerimiento que además de estar amparado por razonamientos legales, según aducen, también se eleva por el número creciente de la comunidad musulmana en el municipio. También insisten en que la solicitud se basa en que existen una serie de prescripciones islámicas en materia de enterramientos, "que pueden y deben ser observadas por las autoridades al analizar esta cuestión".
Si bien en el caso de los musulmanes inmigrantes existe la posibilidad de elegir entre ser enterrados en su lugar de origen o en su lugar de residencia, "no existe tal disyuntiva en el caso de los musulmanes nacionales, que tienen el derecho fundamental a recibir una sepultura digna en su país, sin que quepa discriminación alguna por motivos religiosos", han explicado. Además, han significado que "un musulmán inmigrante pueda ser enterrado en el país de acogida debe ser contemplado como un instrumento conveniente o, más bien, necesario, en su proceso de integración en esta sociedad".
Por otro lado, habida cuenta que el cementerio municipal tiene carácter aconfesional, en la comunidad islámica soriana han incidido el Estado se rige por el principio de laicidad o aconfesionalidad, "lo que exige una neutralidad ante el fenómeno religioso, al mismo tiempo se establece la obligación del Estado de cooperar con las confesiones religiosas presentes en la sociedad española y con reconocido arraigo".