Por primera vez, un responsable de una asociación memorialista comparece para aportar información a la causa.
Este jueves 23 de julio se tomará declaración en el Juzgado de Instrucción nº 1 de Almazán al querellante en la causa por el asesinato de 10 civiles en la localidad de Barcones y presidente de la Asociación Soriana Recuerdo y Dignidad (ASRD), Iván Aparicio. Es la primera vez que el cabeza de una agrupación de memorialista se presenta ante un togado para aoprtar información sobre un caso como este.
La toma de declaración al presidente de esta asociación civil se hace a raíz de unas averiguaciones por parte de la asociación relativas a la autoría de los asesinatos.
Concretamente, y según han explicado hoy miércoles en esta agrupación, se ha descubierto que una de las personas implicadas en los crímenes, y cuyo nombre aparece en documentación oficial, es un guardia civil, lo que deja las puertas abiertas a nuevas pistas sobre las muertes de estas diez personas.
Como se sabe, el 12 de julio de 2013, una semana antes de la apertura de la fosa de Barcones que albergaba los cuerpos de Mariano González Carracedo, Máximo Redondo García, Bernabé Esteban Benito, Cándido Muyo Arranz, Juan Pablo Rica Gutiérrez y Juan Ballano Pérez, la ASRD entregaba en el Juzgado de Almazán la correspondiente denuncia solicitando la participación judicial en la exhumación y señalando estos crímenes como susceptibles de ser declarados desapariciones forzadas.
Tras abrir el juzgado adnamantino las correspondientes diligencias, meses después se declaró el sobreseimiento. La ASRD apeló en noviembre de 2013 y en diciembre la Audiencia Provincial lo desestimó. En enero de 2014 el caso fue llevado al Tribunal Constitucional, que en diciembre de ese mismo año también lo desestimó.
Más tarde, el 17 de marzo de 2015 se reabría en el Juzgado de Almazán la causa y el 1 de julio declararía Filomena Ballano, hija de Juan Ballano, ante la juez.
Cabe señalar que el 19 de julio de 2012 comenzaban los trabajos de exhumación llevados a cabo por la Fundación Aranzadi, dirigida por el Médico Especialista en Medicina Legal y Forense, Francisco Etxeberría Gabilondo, y que gracias a los trabajos de investigación de la asociación y al relato de un testigo, dieron con la localización de la fosa que albergaba a seis de ellos, continuando a día de hoy los otros cuatro desaparecidos.
El 1 de noviembre del año pasado, coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, se entregaron a sus familias los cuerpos de los seis vecinos de San Esteban de Gormaz que se exhumaron en Barcones y que fueron identificados genéticamente. Soria fue una provincia que en el alzamiento militar de 1936 cedió el poder a los militares sublevados contra el orden republicano. Pese a no ser frente de guerra ni haberse dado conflictos previos, se produjeron más de medio millar de asesinatos de civiles.
Las seis personas de la comarca de El Burgo de Osma, junto a Antonio Lafuente, fueron sacadas de la cárcel de dicha localidad por un grupo de guardias civiles y falangistas y llevadas hacia el sur de la provincia la tarde del 13 de agosto de 1936. En algún punto se unieron a otro camión procedente de la cárcel de Almazán en el que viajaban atados los otros tres cenetistas. Tras pasar la noche amarrados de dos en dos, fueron fusilados y enterrados en dos fosas cercanas. En la primera, enterraron a los cuatro vecinos de Soria, en la segunda a los de San Esteban. El motivo de la separación pudo ser que los segundos accedieron a confesarse ante dos sacerdotes que les ofrecieron auxilio espiritual, aunque las familias no acaban de creerse esta posibilidad.