El medio fondo español tiene su nombre grabado con letras de oro. Concretamente las del oro de aquellos inolvidables Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Todo ocurrió tal día como hoy, 8 de agosto, hace 25 años.
8 de agosto de 1992. Olímpico de Montjuïc, Barcelona. Fermín Cacho está convencido de que ese puede ser un día grande. Llega en un gran momento físico y mental. A su entrenador le había dicho "Enrique (Pascual), vas a ser el primer entrenador español que va a tener un campeón olímpico en 1.500 m". La carrera transcurre lenta lo cual favorece sus opciones. El soriano permanece siempre atento, controlando a sus rivales y a falta de 200 metros decide que es el momento de atacar. Supera por dentro al keniano Chesire en una maniobra arriesgada que ha pasado a los anales del atletismo. A falta de 150 metros Cacho es cabeza de carrera y pega un acelerón que deja fuera a sus rivales. Al entrar en la recta de meta su ventaja ya es insalvable pero Fermín no deja de mirar hacia atrás. No quiere que nada falle, a sus 23 años tiene todo un estadio puesto en píe. Con una marca de 3:40.12, "el tiempo de la gloria" como el mismo lo define, Fermín Cacho contribuye – ¡y de qué manera! – a la página más brillante del deporte español.
Cuenta la historia que tras su victoria en Barcelona el Rey Juan Carlos le dijo "He sufrido mucho, Cacho, no entiendo cómo te has podido meter por dentro para adelantar al keniano". Años después el atleta confesaba que en ese momento había sufrido más nervios que en la propia carrera.