TRAGSA se encuentra enrocada en la mesa negociadora y se niega a otorgarnos aquello que merecemos, no solo eso, sino que pretende incluir una disponibilidad total en invierno por un precio irrisorio y sin haber explicado las condiciones de la misma.
Existen ciertos indicios que invitan a pensar que, la situación actual en la que se encuentran las trabajadoras/es del Servicio BRIF, después de 23 años demostrando su valía, es de un claro abandono y desprecio hacia su profesión, tanto por parte del MAGRAMA como de la empresa pública TRAGSA, sin mostrar intención alguna en mejorar nuestras condiciones laborales y el reconocimiento de la categoría profesional.
El hecho de que trabajadoras/es de este mismo Sector Profesional pertenecientes a los Dispositivos Autonómicos de Andalucía, Extremadura y La Rioja; tengan reconocida la categoría profesional de bombero forestal, indica que sí se puede llevar a cabo el reconocimiento de la misma, sin embargo, TRAGSA y el MAGRAMA no están dispuestos a ello.
Entendemos que existen ciertas medidas de presión por parte de empresas que gestionan la Prevención y Extinción de Incendios Forestales en otras Comunidades Autónomas. Se palpa un conflicto de intereses. Desde la sombra se percibe una coacción para que TRAGSA no reconozca la categoría profesional, temiendo que ese reconocimiento produzca un efecto dominó y que el conflicto laboral se extienda a todas las empresas que gestionan las emergencias en incendios forestales, viéndose obligadas a reconocer a las trabajadoras/es nuestra categoría profesional, con todo lo que ello conlleva.
Un ejemplo de esto, es Castilla y León, donde las obras y servicios dentro del sector forestal son muy amplias, debido a la gran extensión de monte público. Dichos trabajos se los rifan entre un amplio número de empresas para poder obtener rentabilidad de estos servicios y obras. La Gestión de la Prevención y Extinción de los Incendios Forestales no es realizada por una sola empresa pública, como ocurre en otras Comunidades, sino que se lo reparten entre varias. Como si de buitres se tratase pujando por las concesiones para cubrir las emergencias y los trabajos forestales, y enriqueciéndose a costa del dinero público (empresas como: EURAL, TRAFOBER, SERFONOR, EULEN, ARES, Riesco y Marcos, FORESA, CRECE, IGM, AUDECA, ESTRAFO, REBOFOSA, TRASEL, TALHER, EUROFOR, FORESTALIA, TRAGSA).
Dichas empresas no están dispuestas a ser transparentes y a tener que dar explicaciones de la gestión y de las condiciones de las trabajadoras/es. Esto supondría el fin sus suculentos beneficios, que hoy por hoy, van a costa de las condiciones laborales de los profesionales que día a día sustentan este servicio tan importante para la sociedad. Dichos porcentajes de beneficio se obtienen suprimiendo derechos y obligando a trabajar en condiciones precarias.
Curiosamente las Comunidades Autónomas encargan obras y servicios de monte público mediante las administraciones competentes a TRAGSA para que ésta las realice. Esto se debe a que TRAGSA es una gran empresa y oferta una gran variedad de trabajos en el sector Agroforestal entre otros. He ahí el punto de inflexión a partir del cual entendemos que existe la amenaza de retirarle todas las obras en dichas Comunidades, con todo lo que ello conlleva, en el caso de que la Categoría Profesional de Bombero Forestal nos fuera reconocida.
Es necesario aclarar que el Ministerio es el máximo responsable de que se haya llegado a esta situación. Es cómplice por permitirlo, por estar al corriente de todo lo que les está sucediendo a sus trabajadoras/es, contratados por TRAGSA para realizar un servicio, y explotados por ésta.
Quisiéramos denunciar también un hecho muy grave, siendo conscientes de que es el MAGRAMA quien dictamina su servicio mediante un Pliego de condiciones Técnicas donde se establecen las directrices a seguir con el dinero de todos los contribuyentes, donde TRAGSA solo tiene que ejecutar dichas directrices. ¿Por qué no es público dicho pliego y se nos niega de manera constante a los trabajadores cada vez que lo solicitamos? Así como es igualmente imperdonable que un ente público como es el Ministerio conceda a TRAGSA la libertad de modificar el citado pliego (que ya estaba redactado) según le convenga a la empresa en función de lo pactado en las negociaciones que se están llevando a cabo con las BRIF.
Debido a todo lo previamente expuesto, quisiéramos recordar que la empresa se encuentra enrocada en la mesa negociadora y se niega a otorgarnos aquello que merecemos, no solo eso, sino que pretende incluir una disponibilidad total en invierno por un precio irrisorio y sin haber explicado las condiciones de la misma. Obviamente este oscurantismo junto con la certeza de que nuestro pliego de condiciones se verá modificado al servicio voraz del capital y, la constante negativa a negociar no satisface en nada al colectivo de trabajadores. Más bien genera una espiral de odio cada vez mayor.
Finalmente, a la vista de los hechos acaecidos desde que comenzaran las negociaciones y la nula gestión de TRAGSA junto con el abandono del MINISTERIO no podemos sino preguntarnos ¿Para qué sirve dicho Ministerio, qué trabajo desempeña la señora ministra, qué esfuerzo llevan a cabo para que no se malversen fondos públicos? Para nosotros ha demostrado no valer nada y, por ello, no merece otra cosa que nuestro más profundo y sincero desacuerdo.