El arzobispo de Zaragoza, agedeño, participa en el seminario inaugural sobre Machado y la ciudad como Reserva de la Biosfera desgranando la encíclica del Papa Francisco 'Laudato. Si'.
El arzobispo de Zaragoza, el agredeño Vicente Jiménez Zamora, ha desgranado la encíclica de Francisco I 'Laudato. Si' en la apertura de una jornada que, amparada por el Ayuntamiento, ha ahondado sobre la obra de Machado y su relación con la candidatura de la ciudad como Reserva de la Biosfera.
En su alocución, el prelado ha desarrollado un bello prólogo sobre la figura del poeta y su ligazón con Soria, sobre todo por el capítulo 'Campos de Soria' integrado en la obra 'Campos de Castilla'. También se ha referido al nombramiento como Hijo Adoptivo hecho al poeta sevillano en 1932 y que este supo aceptar con humildad y con respeto.
Sobre el documento pontificio, Jiménez ha ido desarrollando los ejes del mismo bajo el concepto de ecología integral, interpretado como la "relación de la persona con toda la Creación", y donde un Papa aborda por primera vez este término, "más allá del concepto del medio ambiente". Por ello, ha observado que Francisco I da "la la confianza al hombre porque puede encontrar soluciones. No es profeta de calamidades, sino de esperanza" ante la problemática en el cuidado de la Tierra.
Una "Tierra madre" que alberga a la humanidad y a sus seres, y que por tanto es para los vivientes, y debe de ser conservada y amada.
La encíclica, según ha ido desvelando el prelado, se desarrolla a través de tres capítulos: ver, juzgar y actuar.
En el primero de ellos, se trata de contemplar "lo que está pasando en esta casa común", y donde se abordan datos del cambio climático, el agua, la pérdida de la biodiversidad y también "el deterioro de la vida humana".
En lo que es un planteamiento "ecológico y social", Jiménez ha destacado que se trata de "un gemido de los abandonados del mundo" y donde el Papa "lamenta la debilidad de los poderes" que llevan a un "comportamiento que parece suicida" y consigo, al empobrecimiento. "La Humanidad ha defraudado las expectativas divinas y es necesario la cultura del cuidado de la naturaleza".
En cuanto al juicio, Jiménez ha indicado que Francisco I no busca "adoctrinar", ya que son diversas las culturas y las religiones las que hablan del respeto a esta "casa común". Y como creyente, ha indicado que tal y como habla el Santo Padre, "el Cristianismo es Creación, y proyecto de Dios, que es amigo de la vida", por lo que atentar contra la naturaleza "es un pecado contra Dios". También ha subrayado que en la encíclica se habla de la evolución del universo, el cual está conformado "por un sistema abierto que hace entrar en comunión a los unos con los otros".
El arzobispo se ha referido al término 'tecnociencia', que aparece en el texto papal, por el que se han alcanzado logros para la mejora de la vida, si bien ha surgido el problema cuando los avances se antepusieron a la riqueza. "Es la verdadera dictadura, el dominio sobre todo y todos".
Por último, a la hora de actuar, Jiménez ha resaltado las palabras de la encíclica donde "la política y la economía se deben al bien común", fuera de las tendencias actuales que dificultan los cambios necesarios ahora, añadiendo por otra parte, que el Papa afirma que es preciso un diálogo sincero y honesto, "sin ambigüedades, que es donde se oculta la corrupción".
En 'Laudato. Si' se habla también de celebración, ya que "podemos ser felices con poco" en esta morada común "donde debemos cuidarnos los unos de los otros".
Finalizando su alocución, Vicente Jiménez Zamora ha agradecido a los sorianos, cada uno con sus afanes, el haber "construido una tierra que es grande", y ha pedido que como se habla en la Carta de la Tierra, "que nuestra lucha no nos quite el gozo de la esperanza".