Me vienen a la mente aquellas palabras del ex presidente socialista de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, que hace unos años manifestó que el PSOE confundía laicismo con anticlericalismo.
Pedro Sánchez, secretario general de los socialistas españoles, ha vaticinado ya
-de hecho ya se ve como presidente- que si gobierna España retirará la asignatura de religión de las escuelas españolas-. Una decisión en mente, queridos lectores, que demuestra que el progre de Sánchez ha decidido continuar en esa senda anticlerical que Zapatero emprendió hace ya algunos años. Y no sorprende. Para los que aún tenían dudas de si Sánchez era hijo o no ?políticamente hablando claro está? del que pregonaba que España estaba en la champion league de la economía, con esta nueva muestra del anticlericalismo más radical, quedará a partir de hoy desengañado.
Durante los últimos años hemos visto cada vez que la izquierda ha gobernado, cómo poco a poco han tratado de eliminar cualquier vestigio de catolicismo en España. La retirada de crucifijos hace unos años, las continúas amenazas sobre la revisión o denuncia de los acuerdos de la Santa Sede con nuestro país, el pago del IBI de los inmuebles eclesiales, y la ahora idea de suprimir la asignatura de religión, se han convertido sin duda alguna en la nueva quema de iglesias y conventos que la izquierda comenzara en España allá por el año 1931.
Ante estos ataques que los son contra la inmensa mayoría de la población española ?no lo olvidemos y baste con ver los informes del CIS- sólo cabe pensar que el líder de los socialistas pretende atraer el voto más radical que cree pueden llevarse otros partidos que como él, pretenden borrar los vestigios cristianos que en su día forjaron países como España o continentes como Europa.
Me vienen a la mente ahora aquellas palabras del ex presidente socialista de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, que hace unos años manifestó que el PSOE confundía laicismo con anticlericalismo. Y es que también es justo decirlo, y yo quiero hacerlo porque lo sé, que no todos los socialistas comparten este nuevo pero a la vez viejo giro radical hacia un abismo que nadie entiende.
Si durante décadas los españoles hemos sabido vivir en concordia bajo un Estado aconfesional y en donde la libertad religiosa está garantizada, ¿por qué ahora hay quien pretende cargárselo de un plumazo? ¿Por qué entonces suprimir un derecho que poseen padres y alumnos para decidir sobre qué o no estudiar? Ante esto, la única respuesta creo que podemos encontrarla en un revanchismo particular que el líder de los socialistas quiere obtener como triunfo personal. Un triunfo personal, que esperemos no llegue a producirse, porque lo siguiente, será prohibir el repique de campanas por nuestro país alegando contaminación acústica.
No se rían, que de esta tropa, que puede juntarse con otra peor a partir de diciembre, cualquier cosa.