En este año el fuego ha afectado en Castilla y León a 12.000 hectáreas, de las cuales más de 500 pertenecen al término de Barcebalejo, en el Burgo de Osma y donde la mayoría de la superficie arrasada correspondía a zonas arboladas.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha presentado el balance de la campaña de incendios forestales de 2015, una vez finalizada la época de peligro alto en la Comunidad, pero teniendo en cuenta que sigue activo de forma permanente el operativo el resto del año. Suárez-Quiñones ha calificado la campaña como complicada, "en la que el operativo de lucha contra incendios forestales, integrado por más de 4.100 efectivos, ha demostrado un año más su saber hacer con un excelente esfuerzo y trabajo".
Durante esta campaña de 2015, las líneas de actuación que han definido la estrategia de la lucha contra incendios forestales desarrollada por el Gobierno autonómico demuestran que: es capaz de sumar todos los recursos del operativo en aquellas emergencias que lo requieran y consigue ligar la prevención a la extinción. Además, las cuadrillas realizan labores preventivas de incendios, como tratamientos selvícolas, desbroces, mejoras de caminos y accesos, entre otras, participando también en la extinción de incendios. A su vez, la estrategia consigue unir el operativo público con la participación de empresas privadas para reforzar en las labores preventivas y de extinción durante los meses de mayor incidencia de los incendios. También se lleva a cabo una regulación de las actividades en función de la época y del riesgo de incendios, de forma que, con las menores molestias a las actividades que se desarrollan en el medio rural, se eviten las causas más probables de accidentes y negligencias, como en el caso del uso de maquinaria que genera chispas, barbacoas o fuegos artificiales. El objetivo también es la investigación de la causa de todos los incendios forestales a través de los técnicos y agentes medioambientales de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, con la colaboración del Seprona en aquellos de mayor gravedad o que pueden constituir delito.
El operativo, al igual que en años anteriores, está adaptado tanto al riesgo de incendios en función de las condiciones meteorológicas como a las zonas de mayor riesgo de la Comunidad, donde se tiene en cuenta la incidencia histórica de los incendios y las características de la masa forestal de la comarca.
El consejero ha señalado que es una campaña permanente, que empieza el 1 de enero y finaliza el 31 de diciembre, atendida por diez centros de mando ?un centro autonómico y nueve provinciales- y por un operativo disponible todo el año con carácter autonómico, ya que actúa en todo el territorio de la Comunidad.
Suárez-Quiñones también ha destacado la colaboración y coordinación con las diferentes administraciones, como la Administración del Estado ?MAGRAMA, el Ministerio del Interior y de Defensa, la UME, y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad-, con ayuntamientos, mancomunidades y diputaciones, y con 554 intervenciones conjuntas con otras comunidades autónomas y con Portugal ?de las que 446 actuaciones son del operativo de Castilla y León en otras regiones, y 108 para la Comunidad-.
Se pueden contabilizar para esta campaña 2015 un total de 4.129 efectivos, 20 medios aéreos de la Junta de Castilla y León y 10 del Estado, además de otros 20 del Gobierno de España con actuación preferente en la Comunidad. A esto se suman 175 cuadrillas -115 terrestres y 60 helitransportadas-, 196 autobombas, 24 retenes de maquinaria y más de 200 puestos y cámaras de vigilancia.
La campaña se ha caracterizado por desarrollarse en unas circunstancias meteorológicas adversas, marcadas especialmente por la sequía acumulada debido a la escasas precipitaciones registradas entre los meses de marzo y mayo en la Comunidad, muy por debajo de la media. Las altas temperaturas de esos meses provocaron un agostamiento prematuro de la vegetación. Según los datos de AEMET, el mes de julio ha sido el más caluroso desde que se tienen registros meteorológicos en España, lo que ha provocado que los incendios se convirtieran en convectivos y subieran rápidamente a las copas de los árboles, con unas velocidades de avance muy importantes y unas direcciones erráticas, y con un elevado riesgo para los profesionales que luchan contra las llamas.
Hasta finales de septiembre se han producido 1.607 incendios forestales, un 9% menos respecto a la media del último decenio. Gracias a la eficacia y rapidez del operativo de lucha contra incendios, el 68 % del total de los fuegos se han quedado en conatos, es decir aquellos que no han sobrepasado una hectárea. La superficie forestal total quemada ha sido de 11.932 hectáreas, un 36 % menos que la media del último decenio, y la superficie arbolada ha supuesto un total de 4.217 hectáreas.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente ha querido destacar cuatro incendios forestales producidos en la segunda quincena del mes de julio, y que han arrasado más de la mitad de la superficie arbolada afectada este año -2.268 hectáreas, lo que suponen un 54 % del total-. Son los denominados GIF (Grandes Incendios Forestales), que superan las 500 hectáreas de superficie quemada, y que son considerados como los más peligrosos.
En primer lugar, el incendio de Trabazos, en la provincia de Zamora, causado por negligencia en la utilización de motores y máquinas, con 877 hectáreas quemadas, casi todas arboladas. En segundo lugar, el incendio de Barcebalejo, en el Burgo de Osma, arrasaba 528 hectáreas, de las que 493,7 eran de superficie arbolada. En tercer lugar, dos destacados en la provincia de León, en Lucillo y en Quintana del Castillo, con más de 3.100 hectáreas entre los dos. El de Lucillo, que fue presuntamente intencionado, afectó exclusivamente a matorral, con 1.113 hectáreas. Y, sin duda, el que ha afectado a más superficie ha sido el de Quintana del Castillo, con 2.065 hectáreas arrasadas, la mitad arboladas, y en el que la mano del hombre también se encuentra detrás de la causa del incendio.
Suárez-Quiñones ha destacado en su comparecencia que "de manera urgente, la Junta de Castilla y León ha comenzado las actuaciones sobre los terrenos afectados para minimizar los daños por la erosión y recuperar cuanto antes los hábitats dañados", tanto por la conservación de la biodiversidad como para la recuperación forestal de la zona, con la colaboración económica del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Durante la campaña se ha declarado en 26 ocasiones el Nivel 1, y en 11 ocasiones el Nivel 2 por estar en peligro personas, infraestructuras, bienes o masas arboladas, conforme al Infocal.
Según ha reiterado el consejero, los incendios forestales pocas veces se producen por causas naturales. Así, este año el 9 % han sido causados por rayos, el 36 % se han debido a causas accidentales y negligentes, y el 51 % han sido intencionados (másl el 2 % por causa desconocida y el 2 % por reproducciones). De esto se deduce que el 90 % de los incendios fueron derivados de la actuación del hombre y se podían haber evitado. Además, principalmente se concentran en las provincias de León, Zamora y Salamanca, con el 60 % de los incendios forestales, el 83 % de las superficies arrasadas y el 75 % de las masas arboladas quemadas. Suárez-Quiñones ha destacado que "este es el verdadero problema de los incendios forestales que arrasan nuestra Comunidad, los incendios causados intencionadamente o por negligencia".
Por ello, ha defendido la importancia de la concienciación de la población sobre la necesidad de extremar las medidas de precaución y la colaboración en las investigaciones para identificar, sancionar y exigir responsabilidad a los autores, a los que ha calificado de "delincuentes".
Uno de los grandes objetivos de actuación de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente en materia de Medio Natural es la mejora de la prevención y extinción de incendios forestales mediante el mantenimiento de un modelo que ha demostrado su alta eficiencia, reforzando la prevención, ahondando en la modernización de medios estructurales, la colaboración con el resto de administraciones y, finalmente, implementando líneas de actuación especiales en aquellos territorios donde los incendios tengan especial incidencia.
En coordinación con otras administraciones, se ha intervenido en 432 incendios urbanos y agrícolas, en apoyo a los medios de extinción de ayuntamientos y diputaciones. Se ha participado en labores de extinción en otras comunidades y en Portugal en 50 ocasiones -25 en Portugal; 9 en Extremadura; 5 en Cantabria; 3 en Castilla-La Mancha; 2 en Galicia, País Vasco y Madrid; 1 en Asturias y Aragón-. Destacan especialmente los medios desplazados al incendio de Acebo, en Cáceres, con 12 técnicos, 15 agentes, 6 medios aéreos, 6 ELIF, 15 autobombas, 13 cuadrillas de tierra y 4 bulldozer. Sin embargo, en solo ocho ocasiones se ha necesitado el apoyo de otras autonomías o países -2 de Galicia y Extremadura; 1 de Portugal, Madrid, Aragón, y La Rioja-.
A su vez, el MAGRAMA ha intervenido en 107 ocasiones fundamentalmente en las provincias de Ávila, León, Zamora y Salamanca del total de 673 incendios en los que se han empleado medios aéreos, lo que supone el 41 % del total en 2015. La UME ha colaborado en diez incendios y la Guardia Civil, en especial el Seprona, en la investigación del 100 % de los incendios forestales que se han producido en la Comunidad.
Finalmente, el consejero ha recalcado la transparencia de la campaña, que se caracteriza por una información coordinada y ofrecida a través de dos partes de prensa diarios, a las 10.00 horas y a las 19.00 horas, que contienen información detallada sobre los incendios, hectáreas, causas y medios desplegados en la zona y enviados a los medios de comunicación y al portal web de la Junta, con una información puntual sobre las incidencias en los supuestos de declaración de nivel de INFOCAL (Plan de Protección Civil ante Emergencias por Incendios Forestales en Castilla y León) y su evolución.