Se trata de un hombre de 67 años al que la Guardia Civil sorprendía conduciendo de manera negligente. No pudo realizar la prueba por aire insuflado por lo que se le tuvo que hacer el examen sanguíneo.
Agentes de la Guardia Civil del equipo de Atestados de Soria investigaron en la tarde del día 5 de enero al vecino de una localidad moncaína A.R.C., de 67 años, como presunto autor de un delito contra la seguridad vial.
Los hechos ocurrieron cuando una patrulla del Puesto de la Guardia Civil de Almarza dio el alto a un turismo en la CL-101, cerca de Ágreda, al observar que el conductor del citado vehículo realizaba maniobras de forma negligente. Al ser parado se percataron de la existencia de síntomas evidentes de que esta persona se encontraba bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Se intentó realizar la prueba de la alcoholemia pero no fue posible porque el citado conductor no podía insuflar el suficiente volumen de soplado.
La prueba se intentó en muchas ocasiones pero fue interrumpida en todas ellas. El conductor accedió voluntariamente a someterse a la prueba de sangre. Los resultados fueron de 1,67 gramos de alcohol por litro de sangre.