La Diócesis ora por el emigrante y por el refugiado

La Diócesis de Osma-Soria ha celebrado este domingo 17 de enero en la capital soriana la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado con el lema 'Emigrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la misericordia'.

Una celebración que comenzaba con una eucaristía misa a las doce y media en la parroquia de El Salvador, presidida por el obispo de Osma-Soria Gerardo Melgar, a la que han asistido, con sus banderas y trajes típicos, las asociaciones de inmigrantes de Soria (Ecuador, Bolivia, República Dominicana, Argentina, Perú, Rumanía, etc.). También han estado presentes en la celebración el padre Gabriel Danila, sacerdote de la Iglesia ortodoxa rumana en Soria, así como el presidente de la comunidad islámica de Soria, Ahmed El Boutaybi, y miembros de la comunidad de Gambia.Toda una nutrida representación "de la rica diversidad cultural y religiosa de nuestra ciudad", han asegurado los organizadores.

En su homilía, el pastor diocesano, después de agradecer la presencia de todos los asistentes y, de una manera muy especial, al equipo de la delegación Episcopal de Migraciones, con su delegado al frente Julián Perdiguero, ha expuesto una doble intención, que pasa por "pedir por todas las personas que han tenido que dejar sus países y familias en busca de un futuro mejor y una vida digna" y, en segundo lugar, "por la integración de las mismas en nuestra sociedad, tarea en la que todos estamos implicados".

Con palabras de agradecimiento a todos los que contribuyen a esa búsqueda de la vida digna para todos (a la Delegación episcopal, a Cáritas, a las instituciones de vida consagrada, a las parroquias y a todas las asociaciones que acogen y acompañan a los inmigrantes), Melgar ha expresado que todos ellos "tocan así la carne de Cristo y comparten los sufrimientos, la incertidumbre, la necesidad, la falta de trabajo? de todos los hermanos que han venido a vivir con nosotros, contribuyendo de esta manera a la creación de una cultura del encuentro, el respeto mutuo, la solidaridad, la cercanía a los más pobres, en una labor en la que nos jugamos nuestra identidad cristiana".

Para concluir, Gerardo Melgar ha traído a la memora unas palabras del Papa Francisco, referentes al encuentro, hospitalidad y acogida: "Acoger al otro es acoger a Dios".

Tras la hermosa celebración de la Eucaristía, abundante en símbolos y gestos de fraternidad, todos los participantes han compartido un ágape en la cripta de la parroquia. Deliciosas comidas de los distintos países, música, baile y mucho colorido "en un ambiente de alegría y apertura al reconocimiento de todos como hermanos, que, juntos, podemos decir con las palabras del salmo 95, que poco antes se había proclamado en la Santa Misa: Contad las maravillas del Señor a todas las naciones".