El sindicato independiente intensifica la interlocución con la Administración central sobre las 555 empleados que se han visto fuera por el ERE.
El presidente autonómico de CSI-F Castilla y León, Carlos Hernando, ha informado este viernes a los trabajadores de Tragsa encerrados en Valladolid, con los que ha mantenido un encuentro, que el sindicato mantiene hoy una reunión con la dirección del grupo Tragsa para valorar la situación y tratar de convencer a la empresa de la readmisión de las 555 personas despedidas en el marco del ERE ya retirado.
Hernando ha señalado que, de acuerdo con las explicaciones dadas por la empresa a la agrupación sindical, el ERE presentado respondía a un cambio de modelo empresarial, que ha supuesto despidos de personas con edades entre los 40 y los 50 años de edad y una media de 20 años trabajados, "a los que se pretende sustituir con condiciones laborales más precarias".
"Vamos a intentar buscar soluciones a estas personas despedidas, que en Castilla y León son 59. Por eso vamos a retomar las conversaciones y explorar todas las vías posibles", ha destacado el responsable del sindicato en el comité de empresa.
También ha agradecido a los empleados encerrados "el esfuerzo y el compromiso demostrado de todos los trabajadores a los que representáis, durante este periodo de movilizaciones, que ha servido para echar para atrás un ERE sin sentido". Una "sinrazón" también en el despido de de 555 trabajadores, "porque no hay motivos objetivos para hacerlo, ni económicos", ha resaltado Hernando. Ha destatado también que en el ejercicio 2015 el grupo ha tenido un balance económico positivo, "ni por falta de trabajo, que todos ellos estaban ocupados en el momento de su despido".
Aunque el pasado día 21 el grupo Tragsa dio por finalizada la aplicación del procedimiento de despido colectivo, tanto en sus empresas como en su filial Tragsatec, en CSI-F han reclamado una medida de gracia al Gobierno, -responsable último de la empresa, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales-SEPI-, teniendo en cuenta que la actual situación económica de firma refleja una previsión de beneficios de dos millones de euros en 2015, y un incremento de la producción del 63% respecto al ejercicio anterior.
"Por tanto", han explicado en el sindicato, "las circunstancias económicas que lo motivaron han cambiado de manera sustancial respecto a 2013, cuando se registraban pérdidas". Además, estas mismas fuentes han recalcado que el Gobierno "no puede dejar tirados a 555 trabajadores despedidos injustamente". De hecho, ya se ha producido un primer juicio sobre un despido, que se ha fallado a favor del trabajador y de la readmisión, según ha dado a conocer Hernando.
El dirigente sindical ha indicado que intensificará la interlocución con la administración central, y mantendrá las medidas de presión para favorecer la reincorporación de las 555 personas que han sido despedidas, de las 1.336 previstas en el ERE. Por eso CSI-F "estará en la huelga prevista para el 3 de febrero", ha apuntado Hernando.