El Numancia aspira el domingo en "El Toralín" a sumar tres puntos que le impulsen en la clasificación frente a un rival, la Ponferradina, que en 2016 lleva ritmo de descenso.
El conjunto berciano se ha convertido en el peor equipo de Segunda División tras el regreso del parón navideño, siendo además el único que todavía no conoce la victoria en lo que va de año.
Tras la derrota en San Mamés, son ya once los partidos que acumulan los blanquiazules sin ganar -doce si se tiene en cuenta la derrota en el partido de vuelta de Copa ante el Eibar (4-0)-, superando los diez que encadenaron entre los meses de marzo y mayo de 2011, la segunda aventura de la Ponferradina en la división de plata.
De aquel curso es también el único récord negativo que les queda por batir a los bercianos. Después de vencer al Salamanca en El Toralín (3-2) el 14 de noviembre de 2010, la Deportiva necesitó dieciséis partidos, casi tres meses, para volver a celebrar una victoria, la del 12 de marzo, ya en 2011, ante el Albacete (2-1).
Solo la irregularidad de sus rivales directos ha evitado que la Ponferradina, con Manolo Díaz primero, Nistal, Vega y Fabri después, haya caído ya en puestos de descenso, pero se ha quedado cortada en un pelotón de siete equipos -Huesca, Mallorca, Albacete, Almería, Bilbao Athletic y Llagostera- entre los que apenas existen siete puntos de diferencia y entre los que saldrán los cuatro condenados a volver a Segunda B.
Ante este rival dolido y necesitado, el Numancia necesita una victoria para consolidar su buena trayectoria.
A pesar de que los sorianos se encuentran en una situación cómoda en la tabla -ocho puntos de ventaja respecto a la zona de descenso-, llegarán al Toralín tras conseguir una victoria en sus seis últimos partidos, lo que les ha alejado de una zona de 'playoff' en la que llegaron a estar afincados tras un buen arranque liguero.