Cuatro numantinos entre los ocho mejores en Burgos y Javier Del Santo se cuela en el podium de la Copa de España en Oviedo.
Durante este fin de semana se disputaba por una parte la fase final de la Primera Prueba de ranking regional de Billar a Tres Bandas en Burgos, y por otra la tercera Copa de España de Bola 10 en Oviedo, en la que el numantino Javier Del Santo se mediría ante los mejores billaristas del ámbito nacional del momento.
Del Santo comenzaría la jornada del sábado con dos victorias ante Ángel Aguado y ante Juan Pinah por 7-3 y 7-4 respectivamente, justo antes de caer derrotado por la mínima en un encuentro muy igualado ante Iker Etxeberría por 6-7, para acabar entrando en el cuadro final al conseguir vencer a Richard Lueches por un ajustado 7-6. Ya el domingo vencería en el encuentro de octavos 8-5 a Héctor Del Amo, tras remontar un 0-3 en contra, y 8-1 ante Álvaro Canóniga en un brillante partido desarrollado por el jugador numantino. Finalmente en semifinales se encontraría al que terminaría siendo su verdugo, David Alcaide, contra el que cayó derrotado 4-8, terminando así en tercera posición de la 3ª Copa de España.
En Burgos, Pedro Camarero, Eduardo Molina, Jesús Ángel de Miguel, Felician Farcas y Enrique Bravo se daban cita en un encuentro que reunía a los 16 mejores de la prueba, y tan solo Jesús Ángel de Miguel, pese a su gran juego, no conseguiría clasificarse entre los 8 mejores, quienes disputarían durante la jornada del domingo el cuadrante final. Farcas cedería en su partido ante un gran Salvador Díez, al igual que Eduardo Molina ante Ángel Serrano, en donde tan solo una bola decidió el encuentro (30-29 en 50 entradas). Tanto Camarero como Bravo ganarían sus encuentros en cuartos de final, pero el devenir del cuadrante les haría enfrenarse en semifinales, en donde Camarero resultaría el vencedor al agotarse el tiempo de juego de su rival. En la otra semifinal Salvador Díez se desharía fácilmente de Ángel Serrano.
Ya en la final se dejaba notar la presión entre los dos jugadores, primando el juego estratégico, en donde el numantino, haciendo gala de experiencia, consiguió llevarse el partido y por consiguiente el campeonato en un ajustado 29-31 en 50 entradas.