El prelado de Osma-Soria confirma nombramiento hecho por el Papa Francisco. Accede a una sede episcopal que cuenta con 600.000 personas y confiesa "sentimientos encontrados" ante el nuevo destino pastoral que se le encomienda a partir de ahora.
"Un obispo debe de estar al servicio de la Iglesia en todo momento". Con estas palabras, Gerardo Melgar, que hasta este mismo viernes ha ejercido como cabeza de la Iglesia en Osma-Soria, ha abierto la rueda informativa en la que comunicaba su partida a la diócesis de Ciudad Real, toda vez que el Papa Francisco I rubricaba oficialmente esta designación. Se sentará en la aquella sede episcopal el próximo 21 de mayo.
El prelado ha confesado que pese a la fidelidad con la que asume el cargo, mantiene ahora "sentimientos encontrados" tras ocho años en los que ha desempeñado este cargo y en los que ha recibido "cariño y afecto" de los fieles. "Ser obispo de Osma-Soria ha sido para mí como el recuerdo que se tiene del primer novio o de la primera novia", ha significado, ya que su primer destino como pastor diocesano fue aquí.
También ha indicado "haber aprendido mucho" en todo este tiempo y ha agradecido a sus dos vicarios, Gabriel Rodríguez (General) y Ángel Hernández (Pastoral) su labor, pese a que en muchos casos las indicaciones dadas no eran compartidas. También ha alabado a los presbíteros de la diócesis que componen "un clero francamente sano, con sus defectos y cualidades", al igual que los miembros de distintas congregaciones religiosas. En este sentido ha manifestado que la diócesis oxomense-soriana "no es conflictiva".
Melgar ha apuntado en su intervención su carácter castellano ?él es de Palencia- por lo que ha expresado que siempre ha mostrado su máxima en las reuniones que ha mantenido con personas y colectivos. "Saldrás enfadado, pero nunca engañado", ha dicho, pidiendo el perdón a todas aquellos quienes no han visto cumplidas sus expectativas a la hora de evaluar su función obispal.
En el balance de su estancia en la provincia, ha comentado también que siempre se quedan "muchas cosas a medias", sobre todo en "problemas complejos" como l las vocaciones sacerdotales, una "asignatura pendiente". "Hay una población muy envejecida y además, el prestigio de la vocación sacerdotal ya no es un orgullo como antes, sino que en muchas familias esto supone una desgracia", ha lamentado. Por ello, ha animado a dar respuesta a la llamada de Dios, "que se sigue produciendo". En la diócesis de Osma-Soria hay actualmente tres seminaristas mayores, lo que en proporción supone uno por cada 30.000 habitantes, mientras que en Ciudad Real son 18 por 600.000 personas.
Con todo, Melgar ha recordado los frutos recogidos por la Misión Diocesana que se desarrolló hace tres años, y donde tanto laicos como religiosos "han ido adquiriendo un actuar diferente" como cristianos y siempre en la línea marcada por el Papa.
Sobre la beatificación de Sor María de Ágreda, el prelado ha desvelado que hace escasos días recibía una notificación de la Congregación de la Doctrina de la Fe, en Roma, donde la causa continúa cerrada porque "no se han aportado elementos nuevos" con los que reabrir el proceso. Algo que para Melgar no debe suponer un gran obstáculo, ya que para el Beato Palafox el caso estuvo cerrado mucho tiempo y posteriormente fue reabierto. Aún así, ha calificado este hecho como "un jarro de agua fría" tras el apoyo que la propia Conferencia Episcopal Española mostró hacia la santidad de la Venerable Madre y a propuesta de monseñor Melgar Viciosa.
Melgar continuará como administrador diocesano hasta que se oficie la toma de posesión canónica en Ciudad Real. Una labor en la que relevará, como ya se reseñaban en esta páginas en el día de ayer, monseñor Antonio Ángel Algora, que cumplía 75 años en octubre, edad en la que se presenta la renuncia a continuar en esta labor.
Ahora se abre el período de elección para el nombramiento del nuevo obispo en Osma-Soria, para lo que el denominado Colegio de Consultores, que se instaurará tras el 21 de mayo, comenzará con las deliberaciones y elegir al futuro pastor diocesano. Una tarea que podría extenderse durante un tiempo, que según Melgar, no será menos de dos de dos meses, aunque podría llegar hasta los diez que lleva Palencia en esta situación.
Y ya sobre el origen del nuevo obispo, Gerardo Melgar no ha cerrado las opciones a que sea originario de la propia diócesis de Osma-Soria.
En el archivo adjunto puede ser leída la carta de saludo del obispo en su despedida y también en este enlace.