Quintanilla de Tres Barrios reafirma su tradición del mayo
La localidad afianza esta costumbre que en 1984 dejó de celebrarse, aun que ahora, tras dos años consectuvos de pingada, vuelve a instalarse en la pedanía sanestebeña.
La pingada del mayo fue recuperada hace dos años, tras el último levantamiento del tronco que se ofició en 1984. Ahora, a propuesta de los vecinos, los oriundos de la población han tomado el relevo, conservando así la pingada que como en decenas de pueblos se lleva a cabo estos días.
Según cuenta Isabel Goig Soler en su reciente publicación, 'Tal como vivíamos', la pingada se celebró durante muchos años más de cincuenta localidades de la provincia, siendo la festividad o la víspera de la Cruz de Mayo las fechas señaladas, si bien, otras poblaciones lo hacen en otras fechas.
El árbol es generalmente un pino o un chopo, que es arrastado hasta la plaza prinicipal del pueblo para ser enclavarlo con la mayor verticalidad posible en el centro.
En Quintanilla de Tres Barrios, medio centenar de personas dieron cumplimiento (de un modo u otro) a la tradición, precisamente en un fin de semana que es previo a la jornada de La Atalaya, en la que los vecinos acuden en excursión hacia el torreón medieval de origen árabe.