'Adiós, Del Pino. Bienvenido, Javier'

La sala de prensa del nuevo estadio de Los Pajaritos se quedaba pequeña, pasado el mediodía de este miércoles, en la despedida del capitán del CD Numancia, Javier del Pino, quien decía adiós como jugador, tras once años en el equipo y vistiendo la camiseta del primer equipo en 375 partidos. Junto a los medios informativos, en su adiós el madrileño ha estado arropado por el presidente de la entidad, Francisco Rubio, directivos y por sus compañeros de equipo, en un ambiente en el que el veterano capitán no ha podido evitar las lágrimas.

Una emotiva despedida por la que Del Pino no abandona el club, tal y como ha avanzado Rubio, ya que seguirá, pero encabezando un nuevo departamento en el Numancia, el de marketing y de imagen corporativa.

Rubio, que ha alabado los valores humanos "y de esfuerzo" del hasta ahora jugador, ha señalado que ahora la entidad quiere proyectar su imagen más allá de la provincia, para lo que Del Pino ofrece un perfil adecuado tras su formación, algo a lo que se comprometió ante la directiva en un puesto que estará ligado al área de comunicación, fuera del 'staf' técnico. "Se trata de proyectar al Numancia en el futuro, sobre todo en el área internacional", ha explicado el presidente, indicando también que ello supone "sumar sinergias y lograr rendimientos importantes".

Por ello, el dirigente ha insistido en que no es una despedida, sino "una bienvenida otra vez".

"La vida no es solo fútbol"

Tras las palabras del presidente, Javi del Pino ha confesado ante la nutrida audiencia su trayectoria profesional en el equipo soriano, admitiendo que "todo se acaba, y la vida no es solo fútbol". Un momento "duro" que ha asumido con emoción, pero "orgulloso" de haber logrado la veteranía en el fútbol profesional. "Nunca pensé que iba a estar tanto tiempo", ha confesado, indicando también las experiencias positivas acumuladas en estos once años en Soria.

"Me he vuelto mejor persona", ha señalado, dirigiéndose al presidente y a Eduardo Rubio (vicepresidente) y al consejero delegado Víctor Martín, sin dejar olvidado a César Palacios, que ahora es director técnico y con el que compartió juego en el Numancia tiempo atrás.

Sin querer dejar a nadie a un lado, ha mencionado a las personas que componen el personal de oficinas, cuerpo técnico y al equipo médico. Además, se ha referido a su esposa y a su madre -"mis verdaderos pilares"-, y ha recordado el "brillo de los ojos de los aficionados" cuando le animaban, sobre todo en esta difícil temporada donde las lesiones le han permitido jugar tan solo 71 minutos, precisamente en este último domingo frente al Alavés. "Es algo que no se paga", ha dicho.

"Dejo atrás una vida muy bonita", ha lamentado entre "la tristeza y la alegría", y se ha felicitado por haber tenido unos compañeros de vestuario, "honrados, trabajadores y con carácter".