Varios centenares de vehículos desfilan ante la puerta de la iglesia de San Francisco para pedir al patrón de los conductores amparo a la hora de ponerse al volante. AGRUTRANSO, la asociación de transportistas, de fiesta.
Como cada año y coincidiendo con el sábado más próximo a la festividad de San Cristóbal, la calle Nicolás Rabal albergaba, pasada la una de la tarde, una larga fila de vehículos cuyos conductores esperaban la bendición del párroco de la iglesia de San Francisco para pedir amparo y protección al volante para este año.
Un acto en el que han desfilado centenares de vehículos, entre turismos y camiones, amén de otros de dos ruedas (motos y bicis) que han recibido con agrado el agua bendita rociada por el párroco, Julián Callejo. Taxis y vehículos comerciales menores y alguna pieza de solera sacerdote han recogido igualmente la bendición, que con paciencia, durante más de una hora y a pleno se ha ido administrando todos los vehículos que pasaban, tras la eucaristía en honor al patrón.
La imagen del santo, que recoge a San Cristóbal con Jesús Niño a hombros, presidía esta ceremonia, a la que también concurrían centenares de personas a ambos lados de la calzada para presenciar el acto. Las potentes bocinas de los camiones y en menor medida en la intensidad de algunos coches se han podido escuchar en buena parte de la ciudad, dejando constancia de la fiesta celebrada.
Señalar que la Agrupación de Transportistas de Soria celebraba también este día en el que se ha obsequiado con una estampa de San Cristóbal a todos los conductores. Un pequeño cartel que renuevan cada año y que en muchos casos aparece colgado en el retrovisor interior de vehículos.