Las excavaciones, iniciadas este lunes, concluirán el 14 de agosto. Durante la primera quincena de agosto, los 22 jóvenes del campo de trabajo 'La Numancia celtibérica', y 15 alumnos, la mayoría de la Universidad Complutense, se sumarán al equipo arqueológico que dirige Alfredo Jimeno.
El delegado territorial, Manuel López, y el director del equipo arqueológico de Numancia, Alfredo Jimeno, han presentado esta mañana en el propio yacimiento, acompañados de la alcaldesa de Garray, María José Jiménez, los objetivos de la campaña arqueológica que se desarrollará este verano.
El equipo arqueológico de Numancia, en el marco del Plan Director de la Junta de Castilla y León, inicia hoy la campaña de trabajos arqueológicos de campo, financiadas por la Junta de Castilla y León con 9.801 euros. Durante este mes de julio el equipo estará constituido por doce personas. Posteriormente, en la primera quincena de agosto, se sumarán los 22 jóvenes del campo de trabajo de modalidad de arqueología 'La Numancia celtibérica', que se desarrollará en Garray por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, en colaboración con la Diputación Provincial de Soria, así como 15 alumnos de la Universidad Complutense de Madrid y otras universidades.
Los trabajos realizados en los últimos años en el Manzana XXIII de Numancia han aportado una documentación significativa que ha permitido conocer mucho mejor la superposición estratigráfica de este yacimiento emblemático, ya que frente a las dos ciudades identificadas por la Comisión de Excavaciones (1906-1923), una inferior como celtibérica y otra superior como romana, ahora se sabe que son dos fases de una ciudad romana.
Además, se ha determinado el verdadero nivel de la ciudad celtibérica, destruida por Escipión en el 133 antes de Cristo, y se han revisado las excavaciones de Schulten y Koenen, que identificaron un nivel de una ciudad posterior a la citada, que fue destruida en las Guerras Sertorianas (75-72 antes de Cristo).
En las últimas campañas se han excavado 12 casas en la Manzana XXIII, correspondientes al nivel celtibérico del 133 antes de Cristo, de las que se ha podido conocer sus peculiaridades estructurales: la compartimentación tripartita característica de la casa celtibérica, y de las que, bastante arrasadas, se conservan sólo una mínima base de sus muros embutidos en el manto natural.
Lo que aún se desconoce es la configuración urbanística de la ciudad celtibérica. Sobre esta, el historiador grecorromano Apiano, refiriéndose al jefe Retógenes, dijo que vivía en "el barrio más agradable y hermoso de la ciudad".
Alfredo Jimeno ha manifestado que "para descifrar la organización de la urbanística celtibérica es necesario prolongar la zona excavada a la calle y la manzana colindante (Manzana XXIV), con el objetivo de tener una perspectiva más amplia que nos permita documentar la urbanística de la ciudad celtibérica destruida por Escipión".
En esta segunda quincena de julio se realizará la apertura de la zona de excavación, levantando los niveles superficiales (cobertura herbácea y manto natural) para descubrir los restos de la ciudad romana y, posteriormente, alcanzar el nivel celtibérico, sobre el que se trabajará en la primera quincena de agosto.
Los trabajos de campo conllevarán posicionamiento con GPS centimétrico de todos los restos arqueológicos, levantamiento informático de planos y siglado e inventario de materiales, así como la recogida de muestras para realizar análisis de palinología, carpología, antracología, fauna, Carbono 14 y otros.
Las operaciones de restauración y dibujo de materiales se realizarán en el Laboratorio de Arqueología de la Universidad Complutense, a lo largo del próximo curso académico.
El delegado territorial ha recordado que la Dirección General de Patrimonio Cultural ha planificado, con Alfredo Jimeno, la realización de un proyecto de investigación, para los próximos cuatro años, con una inversión prevista por la Junta de Castilla y León de 80.000 euros.
El objetivo es excavar en cada uno de estos años unos 400 metros cuadrados de los 1.600 que tiene la Manzana XXIV. El análisis del espacio se centrará en las relaciones existentes entre todos los elementos arqueológicos, realizando el registro tridimensional de todos ellos.
En estos momentos, la Junta de Castilla y León está realizando, con motivo de la conmemoración del 2.150 Aniversario de Numancia, al margen de las labores de investigación, excavación y la consiguiente consolidación de lo exhumado, si procede, una serie de intervenciones enfocadas a potenciar los elementos didácticos del yacimiento de Numancia.
La Dirección General de Patrimonio Cultural, a través de fondos FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional), adjudicó en junio, a la empresa soriana de arqueología experimental Areco, por un importe de 17.000 euros y un plazo de ejecución de cinco meses, el arreglo de la muralla celtibérica en los dos tramos reconstruidos, tanto en el nordeste como el suroeste, así como la reparación de la casa romana.
En los tramos de muralla los trabajos se centran, fundamentalmente, en la reparación del manteado de barro, en la albardilla y suelo, y en las escaleras de acceso y la sirga metálica de seguridad en la parte suroeste.
Además, la actuación contempla la reparación de la cubierta vegetal de la casa romana, en la que se han detectado desperfectos, producidos en su mayor parte por goteras y la acción de algunos animales, el acondicionamiento de su interior y diversos trabajos de tratamiento de humedades del terreno. Está previsto que las obras concluyan en noviembre.
Manuel López ha manifestado el compromiso de la Junta de Castilla y León con Numancia, recordando que en los últimos diez años ha invertido en este yacimiento más de novecientos mil euros.