La fogata ‘diablillera’ da paso al primer encierro en San Miguel
Noche con temperaturas agradables en la víspera de fiestas, continuada con un madrugador recorrido de reses bravas sin incidentes en Ágreda.
Ágreda reventaba esta madrugada, con olor a hoguera y al son de charanga, en el inicio de las fiestas de San Miguel. La plaza del santo se llenaba de público para ver quemar a los 'Diablillos' precisamente cuando pasaban a penas las doce de la noche.
Una pira con la que los agredeños dejan atrás los devenires del verano, 'quemando' y dejando atrás sensaciones incómodas para afrontar en charanga, alrededor del fuego, los días venideros.
Los quintos nacidos en 1966, entre los que se encuentra el alcalde de la localidad, Jesús Manuel Alonso, oficiaban el ritual con el que se prendían este año las figuras 'reales' de Leonor de Castilla y Jaime I de Aragón, en recuerdo a las bodas reales que se oficiaron en el siglo XIII en Ágreda y que cada año se vuelven a recordar con eventos medievales de carácter turístico.
Ya esta misma mañana de jueves, día del titular de la que fuese parroquia situada en la plaza del Mercadal y poco después de las ocho, se daba suelta a las reses ?de la ganadería navarra de Pedro Domínguez- para el primer encierro, que afortunadamente se ha saldado sin mayores contingencias en las carreras de los mozos.
Un recorrido que tenía su anécdota cuando varias reses entraban en un solar en el tramo de la calle Zapateros y en el cual los mozos -principalmente de la peña 'El Miedo'- junto con los pastores, se han empleado a fondo para reconducirlos nuevamente al itinerario habitual.